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La propuesta previsional de Bachelet

Por Adriana Muñoz, senadora por la región de Coquimbo

19 de agosto de 2016

Imagen foto_00000019La Presidenta Michelle Bachelet recogió la inquietud de los chilenos en materia previsional y presentó al país, a través de una cadena nacional de televisión, un conjunto de propuestas destinadas a modificar el actual sistema. Ella tiene la legitimidad de haber impulsado la reforma de 2008, la mayor que se ha realizado y que beneficia hoy a 1.300.000 personas, muchas de ellas mujeres, que se encontraban excluidas.

 

Entre los aspectos más destacables de lo señalado por la primera mandataria se encuentra la incorporación paulatina de una cotización -que llegará al 5% de las remuneraciones- de cargo del empleador; el fortalecimiento del pilar solidario; el impulso a la AFP estatal y diversas medidas respecto de la gestión de los fondos.

 

Entre estas últimas son relevantes aquéllas que apuntan a que las AFP devuelvan la comisión cobrada en caso que existan pérdidas; la incorporación de representantes de los cotizantes en los directorios; eliminar los cargos ocultos en la intermediación de algunos instrumentos de  inversión y el cambio de las tablas de mortalidad.

 

En los días siguientes, ya han existido reacciones a estas propuestas. Desde expertos vinculados a la derecha se ha criticado la incorporación de una cotización adicional de los empleadores, calificándola como un impuesto. Desde la izquierda, se indica que no se advierte una transformación que deje atrás absolutamente el sistema de AFP.

 

Lo expuesto por la Presidenta Bachelet debe ser analizado en lo que es. Primero, la expresión de un diagnóstico bastante común de la sociedad en torno a que el sistema actual debe modificarse, inquietud que el Gobierno recoge. Segundo, es una primera aproximación a un cambio de nuestro sistema previsional, con diversas medidas concretas que se someten al debate. Tercero, el mensaje de la gobernante incluyó un llamado al diálogo para arribar a una fórmula lo más consensual posible, acorde a la dificultad del tema.

 

Creo que tenemos un buen piso de partida, pero ciertamente estamos en una etapa preliminar para una valoración más definitiva. Resta conocer lo que se hará con el 5% adicional que se recogerá de los empleadores. Sólo se ha dicho que la mitad constituirá capitalización para el futuro, en tanto otra mitad buscará un efecto más inmediato en las actuales pensiones. También falta conocer en cuánto aumentará la contribución estatal al pilar solidario y qué enmiendas habrá a otros regímenes existentes que implican un fuerte gasto y distorsiones.

 

Se trata de aspectos fundamentales. Ellos permitirán saber si nos dirigimos realmente hacia un cambio sustantivo en el sistema. Estas precisiones surgirán del debate técnico. Afortunadamente, empiezan a surgir hoy diversas fórmulas de mejoramiento y de financiación, que hasta hace algunas semanas no se conocían.

 

Lo relevante es que este tema, que preocupa e indigna a miles de pensionados y trabajadores, está hoy sobre la mesa y constituye una prioridad, porque asi como la educación, fue un tema instalado en la agenda politica por la ciudadanía. Hay que seguir trabajado hasta construir en nuestro país un sistema público de pensiones solidario y tripartito.

 

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