Click acá para ir directamente al contenido

Paz y progreso para La Araucanía

Por José García Ruminot, senador por la región de La Araucanía

5 de agosto de 2016

Imagen foto_00000020El Estado de Chile, a través del Ejecutivo, debe hacerse cargo de la situación que vive La Araucanía, y trazar de una vez por todas, una hoja de ruta que trascienda a este gobierno y defina una política de Estado para enfrentar las necesidades de la Novena Región.

 

Este es el momento de mostrar la voluntad política que se requiere, porque la violencia ha llegado a niveles nunca antes conocidos y nadie está exento de sufrir un ataque.

 

Este año, se han denunciado 46 ataques incendiarios en La Araucanía, que incluyen la quema y destrucción de 14 iglesias. En Chile no existe otro escenario comparable con lo que se vive a diario en la esta región.

 

Este contexto ha generado una situación sin antecedentes en nuestro país; todos los parlamentarios que representamos a La Araucanía, sin importar el color político, nos hemos reunido en una instancia que busca consensos y soluciones para avanzar hacia una solución eficaz de la problemática. Nos hemos unido para asumir la responsabilidad que tenemos con la ciudadanía. Ya llevamos ocho reuniones y hemos contado con la presencia de la Presidente y el Ministro del Interior.

 

Por otra parte, también se han creado otras instancias para enfrentar la situación de La Araucanía, como la mesa de diálogo liderada por el Ministro del Interior, y una comisión especial en la Cámara de Diputados. Este es el momento de dejar de evadir las responsabilidades. Los actores políticos estamos unidos para dar paso a una demostración de voluntad política por parte del Ejecutivo.

 

Es vital solucionar las carencias que vive la Región de La Araucanía en caminos, agua potable rural, salud, educación y desarrollo de la ruralidad. Sin embargo lo más urgente para La Araucanía es terminar con la violencia y tomar medidas que reparen de manera satisfactoria el daño sufrido por las víctimas, para mirar el futuro con confianza y optimismo.

 

La plena integración del pueblo mapuche, y de todos los habitantes de La Araucanía, es una tarea vital para la unidad de nuestra nación.

Imprimir