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  ¿Quién no ha sido discriminado alguna vez?

  Por Lily Pérez, senadora por la Región de Valparaíso

29 de marzo de 2012

Imagen¿Qué nos está pasando como país que la palabra respeto, tolerancia, aceptación del otro, como ser humano, al parecer no existe dentro de nuestro inconciente colectivo?

 

La responsabilidad es nuestra. Definitivamente le educación y la toma de conciencia debe venir desde la cuna, desde la familia, donde se forjan los valores y los principios que primarán en la vida de adultos.

 

¿Pero qué estamos haciendo mal?, Al parecer esta vida que llevamos no nos deja tiempo para la conversación con los hijos, para el diálogo, para expresar el cariño mediante los afectos y las cosas simples.

 

Hoy día nos vemos enfrentados a una realidad que nos estremece. La palabra discriminación, se escucha hoy por todos lados, pero como es de costumbre, desgraciadamente debido a la tragedia sufrida por la familia de Daniel Zamudio.

 

Daniel fue golpeado brutalmente por un grupo de personas que decidió interrumpir su camino, y cortar de manera abrupta sus sueños, dejando devastada a una familia, amigos y seres queridos, que hace más de un mes están sufriendo por este ataque.

 

Como senadora de la República, me duele saber que durante tantos años, Chile sigue sin contar con una Ley Antidiscriminación. Un  proyecto que descansa en el Parlamento, y frente al cual se han expresado distintas razones y argumentos para negarse a discutirlo. Es ahora, y debido a estos violentos hechos y a las circunstancias, que esta situación no da para más

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Nuestro país necesita tener leyes de Antidiscriminación que resguarden constitucionalmente cualquier tipo de maltrato arbitrario a alguna persona, por cualquier razón. Quiero destacar que no se trata de  normas para proteger sólo a las minorías sexuales. Esta es una ley para proteger a las grandes mayorías, porque ¿quién no ha sido discriminado alguna vez?.

 

Sin embargo, tengo claro que existen y seguirán existiendo grupos que incitan la intolerancia y el odio, como por ejemplo los neonazis, pero una cosa es tener las ideas, y otra es ejercer acciones para amedrentar y hostigar. Debemos tener claro que Daniel Zamudio no murió, fue asesinado por su orientación sexual.

 

La muerte de Daniel Zamudio ha desatado diversas  muestras de solidaridad en el país e incluso a nivel internacional, pero también ha causado un repudio generalizado por el nivel de ensañamiento y crueldad de la cual fue victima.

 

El gobierno del Presidente Sebastián Piñera ha hecho un llamado claro y enfático: desde su gira presidencial por Asia, ha pedido que los parlamentarios -tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado- apoyen la Ley Antidiscriminación, que en estos momentos nos  divide como Coalición.

 

Debemos trabajar con unidad, porque estas leyes tienen carácter y fuerza moral, permitiendo generar cambios éticos profundos para Chile.

 

Nunca sabremos si con una ley de este tipo hubiésemos podido evitar el caso de Daniel, sin embargo estaremos entregando una señal potente de rechazo a este tipo de prácticas, creando consciencia cultural en nuestros hijos de que casos como estos, no pueden volver a suceder en nuestro país.

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