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Se incendia Chile

Por Antonio Horvath, senador por la región de Aysén

27 de enero de 2017

Imagen foto_00000033La zona central y sur de nuestro país arde sin control; el fuego avanza en distintas direcciones, quemándolo todo a su paso. Todos sobrecogidos frente a la catástrofe de los incendios desatados, consumiendo bosques y áreas pobladas, desde la Araucanía a Valparaíso, cobrando valiosas vidas, animales, campos y casas.

Pese a las múltiples advertencias realizadas por observadores, especialistas y por informes e iniciativas de ley por los efectos del cambio climático y las lecciones del incendio de Valparaíso del 2014, es posible constatar que Chile no está preparado para este tipo de desastres, cuyas causas en un 99 por ciento obedecen a la acción del hombre. No es posible que por causas naturales haya casi un centenar de frentes quemándose.

En los últimos años se ha aumentado en 40 por ciento el presupuesto para prevención y combate de incendios, sin que hasta ahora sean suficientes .Ello nos conduce a retomar con mucho más fuerza la necesidad de contar con una Conaf pública y empoderada. Nuestra iniciativa de ley, de reemplazar y manejar los bosques altamente inflamables en zonas riesgo, aprobada en general por el Senado, no ha tenido respaldo ni urgencia en su tramitación legislativa.

El DL 701 que bonifica la forestación está estigmatizado e ideologizado; perfectamente él se podría aplicar solo para especies nativas y dar empleo a miles de mujeres en viveros y a otros tantos hombres en terreno. Bienvenido todo apoyo, como el enviado por parte de una compatriota radicada en Estados Unidos, quien de motu proprio tomó la iniciativa de poner a disposición del gobierno un avión capaz de transportar 72 mil litros de agua, así como otras propuestas de distintos países.


Pero es el momento para que las Fuerzas Armadas en tiempo de paz –que por fortuna es la mayoría de los casos– se entrenen y equipen para prevenir y actuar en casos de desastres, con la colaboración de Bomberos, Conaf, Onemi y múltiples organizaciones de las distintas regiones de Chile.

 

Como siempre en estos casos de catástrofes la solidaridad y la reacción voluntariosa de la gente de todas las regiones y comunas es digna de elogio y nos conmueve a todos. Es el momento de tomarse en serio los riesgos que ocurren frecuentemente en Chile.

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