Conversión de vehículos a gas: una posible alternativa para hacer frente al alza de los combustibles

Ante las nuevas alza del valor de la bencina de diferentes octanajes, han vuelto a surgir las voces de quienes proponen como una medida alternativa el permitir la conversión a gas de vehículos particulares, tal como ya lo pueden hacer algunos vehículos menores de transporte público.

En la actualidad, las opciones que existen a la bencina son el gas licuado y el gas natural, entre ambos combustibles se transforman más de 400 taxis al mes y el ahorro para los usuarios bordearía el 40%.

Cabe precisar, que en la actualidad la certificación de vehículos a gas es realizada por el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones y se aplica a vehículos livianos de pasajeros destinados a transporte de pasajeros (taxis y colectivos) y vehículos livianos comerciales.

Según el senador Carlos Bianchi, quien ha propiciado este tipo de opciones desde hace varios años, “esto es más que una alternativa, es una de las fórmulas que el Estado de Chile debiera privilegiar”.

Primero, plantea el legislador, propicia el “ahorro frente a las constantes alzas que tenemos en los combustibles, ante un Estado que jamás ha hecho nada para poder compensar a regiones extremas. Es una iniciativa con una alta viabilidad, porque tiene un ahorro de costos para el país y además posee eficiencia absoluta en los temas medio ambientales”.

“En Argentina tienen prácticamente el 100% de su transporte público en base al gas, en cambio Chile -producto de las empresas distribuidoras- simplemente no ha querido acceder a esta alternativa, que por lejos es descontaminante y mucho más viable en lo económico”, detalló.

El congresista le planteó a los ministerios respectivos el abrir este uso a particulares y lanzar créditos blandos para incentivarlo entre el transporte público y así permitir “que esta sea la alternativa para todo Chile”.

En esta misma línea, el senador Pedro Muñoz presentó en 2006 un proyecto de ley, que en la actualidad se encuentra archivado, que establece normas especiales para la conversión de vehículos a gas natural comprimido o gas licuado de petróleo en la XII Región. Boletín 4517-15

“La razones que tuve el 2006 no eran solamente por el alza de la bencina, era una forma de ayudar a la descontaminación medio ambiental, como el gas es un elemento más puro y menos contaminante que otros combustibles, por eso propuse que todos los dueños de vehículos puedan hacer la conversión de bencina a gas”, contextualizó el senador Muñoz.

Sin embargo, la moción no avanzó, “pero este es un buen momento para solicitar su desarchivo y reactivarlo, porque evidentemente existe un gran perjuicio para los dueños de vehículos del país y particularmente para quienes lo usan como medio de trabajo. La bencina ha subido mucho, los precios internacionales son demasiado variables; nosotros estamos importando mucho petróleo, su precio no baja, lo que se está haciendo insostenible para los bolsillos de los dueños de vehículos”.

Pese a las iniciativas, tanto legal como de gestiones ya planteadas, a juicio del parlamentario, “el gobierno no tienen ningún interés (de llevarlas adelante) porque habría una menor recaudación de impuestos; pero creo que es una cosa por otra: si bien es cierto se recaudan menos impuestos, el Estado incurre en menos gastos al usar gas, porque se evita la contaminación y con ello se producirían menos enfermedades que todos los años afectan a mucha población, especialmente a la que vive en Santiago”.