Respaldo transversal a impugnación de tribunal de La Haya por demanda boliviana

Luego de conocer que Chile objetará la competencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya respecto a la demanda interpuesta por Bolivia para conseguir una salida soberana al mar, los senadores han apoyado transversalmente el anuncio de la Presidenta de la República, Michelle Bachelet.

Para el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, senador Juan Pablo Letelier,  “hay argumentos suficientes para declarar la incompetencia ahora tal cual lo ha dispuesto la Presidenta, eso no tiene discusión. Ella ha tomado una determinación y la vamos a respaldar”.

“La importancia de la determinación tiene que ver con una señal a la comunidad internacional, para que el tribunal de La Haya comprenda que el Derecho Internacional tiene límites. Acá la señal es que tenemos una frontera fijada desde 1904 y no se puede modificar por un tribunal que fue creado mucho después”, aseguró.

Frente a lo anterior garantizó que “esta demanda es artificiosa, tanto por la forma de presentarla y la de construir una realidad basada en sus propias expectativas. Bolivia va a ser el más perjudicado con esta demanda, los líderes políticos deberán rendir cuentas a sus propios compatriotas”.

“Tenemos un plan de diálogo bilateral y Bolivia equivocadamente ha errado el camino. La relación de los chilenos y bolivianos es muy distinta a la del Presidente Morales, por ejemplo el 80% de la actividad portuaria del norte es para Bolivia, la interdependencia de las familias bolivianas es sumamente relevante y son ellas las que saldrán perjudicadas en esta demanda artificiosa”, informó el legislador.

Por su parte, el senador Jorge Pizarro dijo respaldar la determinación, acotando que “el sentido común establece claramente que la CIJ no tiene competencia con el tratado de 1904 vigente”.

El congresista recordó que “a los tribunales de La Haya no les compete conocer de la demanda boliviana, porque nosotros tenemos tratados plenamente vigentes desde el año 1904, ratificados por el Congreso Nacional boliviano y el Congreso Nacional chileno”.

“La teoría de los derechos expectaticios de la cual hablan los bolivianos, es algo que ocurre solo en la mente de algunos juristas que inventaron esta tesis (…) Solo el 10% de lo que ha perdido Bolivia está en poder de Chile. El otro 90 es parte de Brasil, Perú, Paraguay y Argentina hoy. Por lo mismo, hay que dudar de las reales intenciones de las autoridades de Bolivia”, afirmó.

Luego, el senador Guido Girardi comentó que la decisión de impugnar en esta fase procesal la competencia del tribunal y no dejar este punto para una sentencia definitiva, se sustenta en el convencimiento de nuestro país sobre la justicia de nuestros planteamientos y su adecuación plena al Derecho Internacional.

“Hemos sido por más de 110 años cumplidores rigurosos del tratado de Paz y amistad con Bolivia, que fijó nuestros límites. Hemos dado libre acceso al mar a un costo económico enorme para el país. Incluso hemos permitido que el libre tránsito de mercancías bolivianas por Arica genere impactos ambientales y sobre la calidad de vida de nuestros compatriotas en el norte y no podemos permitir que esa realidad histórica sea desconocida y tergiversada por Bolivia ante la comunidad internacional”, sentenció.

Para el legislador esta demanda tiene un trasfondo político. “Al optar Bolivia por el expediente de la demanda, en un año electoral para ellos como es éste, lo único que ha hecho el Gobierno de Evo Morales es cerrar toda posibilidad al diálogo bilateral para procesar nuestras diferencias de opinión”, planteó.

A su vez, el senador Francisco Chahuán, aplaudió la decisión junto a sus pares Andrés Allamand y Alberto Espina, manifestando que dicha incompetencia se funda “en que la controversia debe ser permanente para dar curso a una acción ante ese Tribunal  y que debe referirse a tratados posteriores al Pacto de Bogotá”.

El parlamentario aprovechó la oportunidad para pedir a la mandataria desplegar una campaña con participación de ex Presidentes y una la diplomacia parlamentaria “capaz de transmitir la sólidos fundamentos de nuestra argumentación, en contraste con la débil demanda unilateral de Bolivia.”