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Senadores participan en actividad que termina con stocks de municiones en racimo del Ejército

Los legisladores Baldo Prokurica y Jaime Orpis, estuvieron presentes en la ceremonia donde se firmó el Acta que informa sobre la destrucción de 249 cohetes LAR que contenían 25 mil sub municiones en racimo.

9 de septiembre de 2013

En Arica se firmó el acta que certifica que el Ejército de Chile ha quedado libre de la existencia de munición en racimo en sus inventarios institucionales, esto en concordancia al compromiso adquirido por el Estado de Chile en el marco de  la “Convención sobre Municiones en Racimo” o “Convención de Oslo”.

 

En la ceremonia participaron los senadores Baldo Prokurica y Jaime Orpis, quienes destacaron  la destrucción de 249 cohetes LAR que contenían 25 mil sub municiones en racimo. Esta acción es una primera etapa en cumplimiento de las obligaciones del país con la Convención sobre Municiones en Racimo, que fue ratificada por el Senado el 18 de mayo de 2010, por unanimidad, demostrando de esa manera el compromiso del país con la seguridad humana y el Derecho Internacional Humanitario.

 

Esta labor, que se dio por finalizada el 12 de julio de 2013, fue planificada y ejecutada por la “Fábricas y Maestranzas del Ejército” (Famae), conforme a los procedimientos establecidos para la desmilitarización de este tipo de municiones.

 

Durante la actividad -que contó además con la presencia de autoridades extranjeras y nacionales, junto con representantes de ONG- el Ministro de Defensa anunció el proyecto de ley de reparación y asistencia en rehabilitación a las víctimas de explosión de minas u otros artefactos explosivos militares abandonados o sin estallar.

 

Con este proyecto, no sólo se da cumplimiento a una de las obligaciones contraídas por Chile en la Convención de Ottawa sobre la “Prohibición del Empleo y Almacenamiento, Producción y Transferencia de Minas Antipersonales y Sobre su Destrucción”, sino además en el Protocolo V de la “Convención Sobre Prohibición o Restricciones del Empleo de Ciertas Armas Convencionales”, relativa a artefactos explosivos militares abandonados y sin estallar, y en la “Convención de Oslo”, todas las cuales comprometen al Estado de Chile a prestar asistencia en cuidado y rehabilitación a las víctimas de este tipo de armamento militar.

 

Cabe señalar que Chile no está ajeno a esta realidad, ya que fue país productor, exportador e importador de estas municiones y tiene territorios contaminados por municiones en racimo en las regiones de Arica-Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Magallanes y en la Región Metropolitana.

 

Las municiones en racimo han sido proscritas debido a que sobre el 90% de las víctimas son civiles, quedando demostrada su ineficacia militar. Países como Laos tienen más de 400 millones de sub municiones en racimo provocando uno de los desastres humanitarios más grandes que se conocen.

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