Sistema de seguros incierto

El proyecto que crea un nuevo sistema de estabilización del precio de los combustibles reemplaza al denominado Fondo de Estabilización de Petróleo y Combustibles, que expiró por mandato de la ley el 30 de junio de este año.

Sin embargo, un sistema seguro es reemplazado por uno inseguro, porque no hay ninguna certeza de que este eventual seguro internacional que el gobierno pretende contratar pudiese funcionar.

No hay ninguna claridad respecto de lo que eventualmente puede costar ese seguro y la franja que se propone cubrir es considerablemente más estrecha que la que cubría el Fondo de Estabilización del Petróleo y los Combustibles.

Es por ese motivo que efectivamente, el Fondo de Estabilización (FEPCO) costó al Estado más de mil 200 millones de dólares en la época más aguda de la volatilidad de los precios de los combustibles. O sea, efectivamente el Fisco tuvo que hacer un desembolso muy alto. Pero tuvo un impacto en toda la economía, ya que el disminuir los costos en combustibles es, sin lugar a dudas, un impacto no solamente en el transporte, sino que en el sector industrial, minero, en fin, en el conjunto de los sectores productivos de la economía.

No estamos convencidos de las bondades que sugiere este nuevo sistema. Es cierto que el aporte fiscal fue muy alto, pero permitió el control de los precios en el momento más agudo de la crisis.

¿Estará en condiciones el nuevo sistema de seguro de jugar el mismo rol de control de los precios en un momento de una aguda crisis como la que experimentó la economía mundial hace aproximadamente dos años?.  Eso es completamente incierto.

Por otro lado, si no va a haber un sistema eficaz de control de precios, tenemos la preocupación de que especialmente en las regiones más apartadas el costo de un alza de los combustibles va a ser considerablemente mayor.

Ello, porque a pesar del enorme aporte que hacía el FEPCO, de todas maneras, en las regiones más extremas el impacto del alza fue tremendo. Y eso significó un costo enorme a la pequeña producción, al pequeño comercio. Es decir, el encarecimiento de la vida en las regiones fue muy elevado y son costos que no están debidamente aquilatados en nuestro desarrollo productivo.

Por estas razones, solicitamos al Ejecutivo que pueda revisar la decisión que tomó y esto no es una desviación estatista, sino que es una conclusión, desde nuestro punto de vista, elemental. Es decir, si hay un completo descontrol, si el precio de los combustibles va a subir prácticamente al doble, no cabe ninguna duda que el Fisco tiene que hacer un esfuerzo mayor para controlar los precios. Y un sistema de seguros como el que se sugiere no lo va a lograr.

En cambio, el anterior Fondo de Estabilización demostró ser más eficaz. No quisiera pensar lo que sería la ola de malestar, por ejemplo, de los automovilistas en un momento de descontrol en que el sistema de seguros de los precios no tenga ninguna capacidad de respuesta y el alza de precios simplemente cause un colapso en la utilización de los combustibles en el país.