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Un bono más no arregla la vida, capacitar sí

Por Juan Antonio Coloma, senador por la Región del Maule

21 de marzo de 2014

Imagen foto_00000019Respecto a la recientemente aprobada ley que concede el aporte familiar permanente de marzo y ajusta el bono invierno, quisiera hacer dejar algunas constancias, porque creo que es importante transmitirlas en la lógica política y algunas consideraciones en cuanto al proyecto mismo.

 

Lo primero, y reconozco darme un pequeño gustito: cuando terminó la legislatura anterior, ardió Troya, porque el Gobierno anterior presentó los últimos proyectos con urgencia y, en ese momento, se dijo que era una vulneración a la forma de trabajar del Congreso, que este era un escándalo.

 

Entonces, me parece completamente contradictorio que las bancadas de enfrente alegaban con tanta pasión. Y como yo defiendo el derecho presidencial allá y acá, de uno y otro lado, déjenme decirles que por lo menos me doy un gustito manifestando el silencio que está en las huestes del frente ahora, porque todo cambia según el lado en que se está.

 

En esta lógica también de reflexión, me parece bien que, a pesar de que había sido el Ministro de Hacienda un poquito “apocalíptico”, respecto del estado de finanzas del país que se le entregaba prácticamente sin un peso, conforme a la asignación anterior, resulta que ahora saca la billetera y hace el bono más expenso que ha habido en Chile y sin moverse de su escritorio, sin arrugarse.

 

Mi reflexión es que no estaban tan malas las finanzas públicas y algo de importantes recursos tenía. Fíjense que fue capaz de hacer eso sin reasignar siquiera una partida del Tesoro Público. Todo esto se puede hacer gracias al ordenado manejo financiero del Gobierno anterior.

 

Además, quiero hacer presente que este bono tiene una carencia en relación a bonos anteriores –y también tiene otras ventajas, por cierto- porque se deja de lado a un sector que considero muy importante: la clase media emergente.

 

Con respecto al tema de fondo, quiero manifestar que miramos con inquietud que esta sea una política permanente. La palabra es “inquietud”. No voy a hablar de rechazo total, porque esto habrá que verlo año a año en la ley de Presupuestos de cómo se puede glosar y cómo se puede ir distribuyendo, pero claramente al establecerlo como una política permanente en alguna fórmula se entra en una lógica de asistencialismo. Y creo que ese no es el camino óptimo para poder enfrentar los problemas de la pobreza y, sobre todo, de la oportunidad.

 

Puede entenderse dentro de una lógica de bienestar social, una lógica de derecho. Pero, ojo, esto es, en el fondo, si se quiere generar un cambio en el mes de marzo, ya cuando todos los chilenos que tengan derecho saben que en marzo van a tener esto, obviamente lo van a gastar antes. Por lo que insisto, no creo que sea la fórmula de resolver los problemas de la pobreza.

 

Me hubiera gustado que se intentara destinar recursos en función de enfrentar la pobreza en el mes de marzo en forma permanente, haber buscado con otros instrumentos, otros elementos, como puede ser el Chile Solidario, el enfocar con mucho más fuerza el salario ético, focaliza de mejor manera a aquellas personas que están en un grado mayor de necesidad y a partir de ahí, generar políticas vinculadas a la capacitación.

 

Todo lo que se gasta en capacitación en un año, es casi equivalente al bono que se está dando y es muy superior a todo lo que se gasta en las salas cuna como concepto: son casi 300 millones de dólares versus 200 millones de dólares. Y tiendo a pensar que hubiera sido más eficiente.

 

También tenemos una inquietud respecto de que hay tres categorías de los beneficiarios, pero son dos básicamente: aquellos que reciben en función de personas o familias que ganan menos de 501 mil pesos y que se paga por causante por carga familiar. O sea, una mujer que trabaje y gana 400 mil pesos y que tiene dos hijos va a recibir 120 mil pesos, pero una persona de Chile Solidario que gana 180 mil pesos y que vive con su mamá va a recibir 40 mil pesos, porque respecto de aquello se considera en forma familiar. Creo que hay un problema de focalización.

 

Un bono más o un bono menos no arreglan la vida. Capacitar sí arregla la vida.

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