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Voto chileno en el exterior y fin del binominal, señales de cambio

Por Jorge Pizarro, Presidente del Senado

12 de diciembre de 2013

Imagen foto_00000019Dos importantes proyectos han logrado avanzar en su tramitación en el Senado: el que regula en voto de los chilenos en el extranjero y el que reformula el sistema electoral binominal. Ambas iniciativas logran notoriedad justo en momentos en que Chile va a las urnas para dirimir a la próxima Presidenta de la República, esperamos que con una alta participación ciudadana.

 

Lo notable y digno de destacar, es que los dos proyectos concitaron un mayoritario apoyo de parte de las fuerzas políticas que han mostrado un mayor compromiso con los cambios democráticos que el país está demandando. Sólo unos pocos sectores han persistido en ideas ancladas en visiones autoritarias, lo que es una señal positiva respecto de un futuro de acuerdos.

 

Es posible construir estos pactos mayoritarios en el seno de un Congreso que puede transformarse en la instancia donde los cambios permitan tener una democracia más representativa y con una participación más cercana de los ciudadanos. Aspiramos a una mejor y más profunda representatividad política, social y cultural que refleje la nueva cara de nuestro país.

 

La futura ley que permitirá el voto chileno en el exterior y el fin del binominal son señales de que podemos avanzar por un camino de cambio, más democrático, donde la diversidad de nuestro país se pueda expresar en el Congreso y en todas las demás decisiones democráticas de nuestros ciudadanos.

 

Al avanzar en la eliminación del sistema electoral actual, no sólo lo hacemos pensando en aportar más representatividad al momento de las elecciones, sino que además se podrán introducir límites a la reelección de las autoridades políticas, incluidos los parlamentarios, lo que en la práctica se traduce en que los electores tendrán más alternativas para escoger.

 

En suma, se trata de tener una mejor calidad de democracia, de ofrecer modernidad y transparencia a las instituciones del Estado; en este sentido, el rol que jugarán los nuevos parlamentarios que asuman a contar del 11 de marzo de 2014 es de vital importancia. De hecho, hay muchas expectativas respecto del aporte que puedan hacer rostros jóvenes y dirigentes que provienen del mundo social.

 

Nada de lo que viene puede ser negativo, ni hay que temerle al nuevo mapa político. Lo que viene es un periodo de grandes acuerdos en pos de conseguir que los chilenos y chilenas tengan un rol más protagónico en los cambios que muchos esperan hace rato. La próxima Presidenta de seguro contará con un Congreso que será colaborador en aquellos desafíos que son urgentes y justos para un país más integrado, más unido y más solidario.

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