Reforma a la ley de alcoholes: manifiestan consenso en torno a alcances de la norma
Los legisladores de las comisiones de Salud y Agricultura están analizando en particular el texto que se encuentra en segundo trámite. En las últimas semanas se ha llevado a cabo una ronda de audiencias, por lo que se espera que pronto comience la votación.
14 de junio de 2014
Una serie de coincidencias entre los actores relacionados conocieron los integrantes de las comisiones unidas de Salud y Agricultura que analizan las indicaciones introducidas al proyecto que establece modificaciones a la legislación sobre expendio, comercialización y producción de bebidas alcohólicas.
En la última sesión, la Ministra de Salud, Helia Molina; y los representantes de la Asociación de Vinos de Chile hicieron ver sus impresiones de la norma que establece un nuevo etiquetado para estos productos y limita la publicidad con el fin de reducir el consumo, sobre todo en los menores.
El presidente de esta instancia, el senador Iván Moreira valoró la jornada, destacando que todos los involucrados están convencidos de la necesidad de legislar en la materia.
“Hay consenso entre las autoridades del Ministerio de Agricultura –que estuvieron en la sesión anterior- y ahora las de Salud, más los exportadores y la industria del vino, respecto a que no se busca demonizar a este sector productivo. Por el contrario, queremos potenciar el consumo responsable, por lo que las empresas se han comprometido a hacer los ajustes necesarios”, explicó el legislador.
Por su parte, el integrante de la Comisión de Salud, el senador Francisco Chahuán reconoció que existe una disposición a avanzar. “Esperamos que las voluntades manifestadas por ambos lados, se materialicen en la aprobación de las indicaciones, puesto que éstas apuntan a advertir respecto a los efectos del sobreconsumo”, recordó.
A su juicio, “estamos en un momento histórico, puesto que hemos confluido voluntades en pro de la salud del país” comentó admitiendo que durante los 8 años ha estado el proyecto en tramitación, “nunca se había visto tal coincidencia”.
En esa línea, el integrante de la Comisión de Agricultura, el senador Rabindranath Quinteros aplaudió la exposición de la ministra Molina, manifestando que “la mejor forma de avanzar en la prevención es la educación, debido a que lo mayores consumidores se ubican en los segmentos más jóvenes, que son los que suelen tener una ingesta desproporcionada”.
El congresista valoró también que se haya acordado la realización de campañas que, por una parte, explican las complicaciones que ocasiona a la salud el exceso de alcohol, pero por otra, la importancia de proteger la industria asociada como una de las principales actividades productivas de nuestra economía.
En su exposición, la ministra Molina entregó diversas cifras respecto al consumo de alcohol en el país. Por ejemplo, detalló que la ingesta per cápita alcanza los 9,6 litros, lo que nos ubica como el mayor consumidor de América Latina. También explicó que la mayor prevalencia se ubica entre los 19 y 25 años, representando un 50,2% del total.
Respecto a los efectos negativos, la autoridad reconoció que pasados los 20 años, se ve incrementada la relación entre este consumo y los fallecimientos. Éstos se vinculan con accidentes de tránsito, riñas y enfermedades como cirrosis, enfermedades cardiovasculares (ECV), neumonía y suicidios.
Otro aspecto interesante revelado por la secretaria de Estado, es que de tres menores que cursan entre octavo básico y cuarto medio, dos reconocen haberse embriagado el último mes. Razón por la que justificó la importancia de la prevención, particularmente el uso del etiquetado. Así avaló la propuesta en discusión, planteando que esta estrategia debería ser complementada con campañas a la comunidad.
En tanto, la Asociación de Vinos mostró estadísticas que demuestran que el consumo de vino ha disminuido sistemáticamente, explicando así que en 1972 el 86% de la ingesta total correspondía a este licor, mientras que en la actualidad esta no supera el 34%. Entre las alternativas que encabezan el ranking están la cerveza, el pisco y algunos destilados.
Asimismo, se hizo énfasis en los beneficios de una ingesta moderada. Así se expresó que aquellos que beben vino a diario tiene una menor mortalidad (entre un 10 y un 20%) y riesgo de ECV, cáncer y mal de Alzheimer (entre un 30 y un 40%).
En cuanto al proyecto, plantearon la pertinencia de dejar en claro que el vino puede limitar –no necesariamente anular- la capacidad de conducir. Asimismo, hicieron ver que cualquier normativa debe proteger el carácter patrimonial de la industria a nivel de marca-país.