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APROBACIÓN DE ACUERDO DE PARÍS SOBRE CAMBIO CLIMÁTICO


El señor LAGOS (Presidente).- Corresponde tratar el proyecto de acuerdo, en segundo trámite constitucional, que aprueba el Acuerdo de París, adoptado en la Vigésima Primera Reunión de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en París, el 12 de diciembre de 2015, con informes de las Comisiones de Medio Ambiente y Bienes Nacionales y de Relaciones Exteriores y urgencia calificada de "suma".
--Los antecedentes sobre el proyecto (10.939-10) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de acuerdo:
En segundo trámite: sesión 74ª, en 14 de diciembre de 2016 (se da cuenta).
Informe de Comisión:
Medio Ambiente y Bienes Nacionales: sesión 82ª, en 18 de enero de 2017.
Relaciones Exteriores: sesión 82ª, en 18 de enero de 2017.
El señor LAGOS (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- El objetivo principal de la iniciativa es reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático, en el contexto del desarrollo sostenible y de los esfuerzos por erradicar la pobreza.
La Comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales discutió el proyecto en general y en particular, por tratarse de aquellos de artículo único, y lo aprobó en los mismos términos en que lo había despachado la Cámara de Diputados por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores señora Allende y señores Chahuán, Moreira y Patricio Walker.
La Comisión de Relaciones Exteriores, por su parte, también debatió el proyecto en general y en particular, y lo aprobó en los mismos términos en que fue despachado por el órgano técnico de Medio Ambiente por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores señores Chahuán, Larraín, Letelier y Pizarro.
Nada más, señor Presidente.
El señor LAGOS (Presidente).- En discusión general y particular.
Tiene la palabra el Senador señor Pizarro, Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores.


El señor PIZARRO.- Señor Presidente, seré muy breve, porque el acuerdo de los Comités fue darle al presente proyecto trámite de Fácil Despacho.
Pienso que debemos aprobar la iniciativa por la señal que implica en relación con el momento que está viviendo no solo nuestro país, sino el mundo entero en materia de cambio climático, y por la importancia que reviste la referida Convención Marco de las Naciones Unidas.
Como ha dicho el señor Secretario, la iniciativa busca fortalecer y adecuar los compromisos adoptados a nivel mundial por los países firmantes de este Tratado para reducir en todo lo que se pueda la emisión de gases que provocan efecto invernadero.
El objetivo es mantener el aumento en la temperatura media global por debajo de 2 grados Celsius y proseguir los esfuerzos para limitar ese incremento a 1,5 grados respecto a los niveles que existían en el planeta en la época preindustrial.
La transformación más importante, a mi juicio, radica en que se tomó conciencia del problema, producto del proceso que está viviendo la Tierra. Hace unos años hablábamos de la necesidad de firmar tratados que permitieran mitigar los daños que generaba el cambio climático. Hoy día el verbo es "adaptar": los países y las sociedades deben adaptarse a los efectos de dicho fenómeno.
Chile es el mejor ejemplo de ello. Hace pocos días se realizó una nueva versión del Congreso del Futuro y uno de los temas fundamentales que ahí se analizó fue, precisamente, el cambio climático. En la mayoría de las regiones participantes, se abordó el impacto que ello generará en el recurso hídrico a futuro.
Las predicciones anunciadas se han ido concretado: se observa un avance de las zonas desérticas y se ha incrementado la temperatura.
Ello significa que cada día va a ir aumentando la desertificación desde el valle central hasta la Séptima y Octava Región. Además, en las Regiones Tercera y Cuarta se va a producir una suerte de microclima en el borde costero, en el sector de secano, cuestión que va a cambiar la forma de producción agrícola y obligará a adaptarse a las zonas urbanas y a los conglomerados existentes en cada uno de esos lugares. O sea, habrá alteraciones tanto en la producción como en la vida diaria.
En definitiva, el Acuerdo que se nos plantea significa un avance. Nuestro país debiera aprobarlo para entregar una señal potente de nuestro compromiso por combatir los efectos del cambio climático.
Somos uno de los países que menos emisión generan. Al revés, tenemos el potencial de colaborar con otras sociedades con el fin de que se emitan menos gases de efecto invernadero.
Sin embargo, esa misma situación nos tiene hoy día, de manera muy dramática, envueltos en una condición de frecuentes incendios forestales -sean naturales, intencionados o casuales-, todo lo cual pone en jaque la posibilidad de desarrollar una apropiada forestación, finalidad que, a la larga, es muy importante para ir cumpliendo el Convenio que nos ocupa.
Por esa razón, en la Comisión de Relaciones Exteriores aprobamos por unanimidad el proyecto de acuerdo y esperamos que la Sala proceda de la misma manera.
El señor LAGOS (Presidente).- No hay más inscritos.
En votación general y particular.
--(Durante la votación).
El señor LAGOS (Presidente).- Ha pedido la palabra el Honorable señor De Urresti.


El señor DE URRESTI.- Para fundamentar el voto.
El señor BIANCHI.- ¡No, pues!
La señora ALLENDE.- ¡La idea es despacharlo rápidamente!
El señor LAGOS (Presidente).- Está en su derecho el señor Senador, pese a que se trata de un proyecto de Fácil Despacho.
Puede intervenir, Su Señoría.
El señor DE URRESTI.- Seré breve, señor Presidente.
Sin duda, vamos a ratificar -como ya lo hicieron las Comisiones informantes- el Acuerdo de París.
A propósito de lo que estamos viviendo hoy día con los incendios y considerando que el Estado de Chile se comprometió a implementar una estrategia en los próximos años, no solo para combatir los incendios, que es su expresión más gráfica, sino también para enfrentar el cambio climático, me parece fundamental -no está el Ministro del Medio Ambiente en la Sala- apurar esa política pública y bajarla a nivel regional.
Se ha pensado establecer estrategias regionales contra el cambio climático, que son esenciales para abordar de manera distinta, en cada territorio y de acuerdo a sus singularidades, su implementación.
Por otro lado, se requiere avanzar en la institucionalidad para hacerse cargo de los compromisos que ha asumido Chile. En tal sentido, es clave la creación de un nuevo servicio forestal. No vamos a poder cumplir la meta de plantar 100 mil hectáreas de bosque nativo, dentro de la estrategia de mitigación y adaptación, si no contamos con una CONAF pública, con un servicio forestal público.
Hago presente todo lo anterior, porque me parece imprescindible -para ser coherentes con la ratificación unánime de Chile al Acuerdo de París, en el cual la Presidenta Bachelet fue el año antepasado una actora principal- que nuestro país adapte la legislación interna, en los ámbitos regionales e institucionales, a los compromisos a los que voluntariamente nos obligamos.
Dejo constancia de tal situación y voto a favor del proyecto de acuerdo.
Me interesaba plantear el punto relativo al compromiso que Chile ha asumido como Estado en los próximos años.
El señor LAGOS (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Girardi.


El señor GIRARDI.- Señor Presidente, sé que este proyecto es de Fácil Despacho y que debemos abocarnos a otros asuntos muy relevantes, pero debo señalar que uno de los problemas y desafíos más dramáticos que enfrenta la humanidad es el cambio climático.
Este fenómeno está transformando totalmente el metabolismo y funcionamiento del planeta, de todos sus sistemas y ecosistemas.
Hemos visto en Chile en el último tiempo pequeñas expresiones o síntomas de ello (temperaturas altísimas, aluviones). Este problema llegó para quedarse.
Debemos entender que nuestro país, así como es el más sísmico del planeta, también es uno de los que más dramáticas consecuencias sufrirá a raíz del cambio climático.
Hemos elaborado políticas para enfrentar terremotos. En otras naciones los sismos generan enormes desastres, mientras en Chile no causan las mismas consecuencias. Pues bien, tendremos que hacer lo mismo con relación al cambio climático: implementar toda una política de ordenamiento territorial y de redefinición institucional.
Lo que haga el planeta en los próximos cinco años definirá el destino de toda la humanidad, incluido el de nuestro país.
Solo para poner un sentido de urgencia y avanzar en esta materia, dejo claro que no vamos a poder detener el cambio climático. Por tanto, urge generar procesos de adaptación y mitigación.
Cabe destacar que las variaciones que se han registrado desde 1850 a la fecha son muy pequeñas. La temperatura ha aumentado, en promedio, solo 0,87 grados. Ese bajo incremento ha sido capaz de producir transformaciones profundas en nuestro ecosistema.
¿Qué se prevé de aquí al año 2030? Que la temperatura suba 1,5 a 2 grados, pero no en 150 años, sino en un período muy breve de tiempo.
Cuando la temperatura aumentó 0,87 grados en 150 años, muchas especies tuvieron la capacidad de adaptarse, particularmente los animales, que se pueden desplazar. Las especies de flora, en cambio, no se trasladan de lugar, razón por la cual experimentaron un proceso de adaptación muy complejo y profundo.
Sin embargo, cuando la temperatura aumente a raíz del cambio climático a más del doble de lo que lo ha hecho en 150 años en solo 20 años, la gran mayoría de las especies no tendrá la capacidad de adaptarse ni el tiempo para desplazarse.
En tal escenario, además de la escasez de agua, cuyo efecto son los incendios, el país va a vivir la dramática crisis de la desaparición de su biodiversidad.
En consecuencia, se requiere no solo contar con una institucionalidad estatal fuerte para enfrentar tal fenómeno, sino también avanzar en proyectos específicos, como el que crea el Servicio de la Biodiversidad, órgano que debe ser pensado para preservar de manera efectiva las especies que están viviendo un proceso de extinción masiva.
Asimismo, cuando se habla de combatir incendios y situaciones dramáticas, el país no puede contar con instituciones de papel ni con pistolas de agua.
Todos sabemos que la CONAF es una institución de derecho privado y nunca hemos sido capaces de hacer de ella una entidad adecuada. La CONAF debe proteger 37 millones de hectáreas y dispone de menos de un dólar y medio por hectárea para resguardar ese territorio del fuego, lo cual es una realidad tremendamente riesgosa. Además, tiene a su cargo 15 millones de áreas silvestres protegidas y solamente un dólar por hectárea para cumplir su tarea. Eso es 600 pesos.
En consecuencia, en ese ámbito vivimos una crisis institucional y no contamos con los recursos suficientes para la prevención ni menos para el combate contra los incendios.
Entonces, como este fenómeno llegó para quedarse, yo comparto lo señalado por el Senador De Urresti: ojalá la firma de este Acuerdo no sea una música de fondo que nos deje tranquilos, sino un elemento que nos motive a actuar y a tomar decisiones a muy corto plazo, porque el desafío que se nos presenta implica la urgencia de adaptar a Chile, de establecer los resguardos para que podamos enfrentar la situación y vivir de una manera distinta.
Como ya dije, no vamos a poder terminar con el cambio climático, así como tampoco será posible alterar el volcanismo o la condición sísmica de nuestro país.
El cambio climático, a diferencia del volcanismo y los terremotos, es producido por una especie que se cree inteligente, la especie humana, la cual está generando lo que probablemente conozcamos como "la sexta extinción masiva".
He dicho.
El señor LAGOS (Presidente).- Hay dos inscritos más.
El señor WALKER (don Ignacio).- ¿No era de Fácil Despacho el proyecto, señor Presidente?
El señor BIANCHI.- ¡Sí, pues, señor Presidente!
El señor LAGOS (Presidente).- Para aclarar, hago presente que en Fácil Despacho se limita el debate de las iniciativas a dos intervenciones, pero los señores Senadores tienen derecho a fundamentar el voto.
Tiene la palabra el Senador señor Moreira.


El señor MOREIRA.- Señor Presidente, los miembros de la Comisión de Medio Ambiente tenemos el derecho legítimo de expresar nuestra opinión al respecto.
Entendemos que se trata de un proyecto de Fácil Despacho, pues hay una necesidad urgente de que se apruebe.
Ha quedado sumamente claro lo que ha señalado el Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, el Senador Pizarro, quien ha sido muy didáctico en sus planteamientos.
Quiero destacar rápidamente dos o tres puntos.
En la Comisión de Medio Ambiente se indicó que Chile hizo una contribución nacional a fines del año 2015, la que comprende el período 2020-2030, mediante la cual nos hemos comprometido como país a reducir en un 30 por ciento los gases de efecto invernadero (GEI) con recursos propios. Sin embargo, el país está dispuesto a incrementar hasta en un 45 por ciento la reducción de los GEI si lograra obtener recursos financieros internacionales.
El Ministro del Medio Ambiente resaltó -estuvimos de acuerdo con él- el liderazgo que en esta materia ha ejercido Chile. Me parece muy bien que ello se haya evidenciado con la participación de la Presidenta de la República en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Esa es una señal pública importante.
Por otra parte, dicho Secretario de Estado destacó que el Acuerdo de París compromete la consolidación de un "Fondo Verde del Clima", que considera aportes por 100 mil millones de dólares, provenientes de la contribución voluntaria de ciertos países, recursos que estarán disponibles el año 2020, para ser utilizados tanto en la mitigación como en la adaptación al cambio climático.
Nosotros esperamos que ello se haga realidad con el aporte de todos los países y no sea una cifra utópica para enfrentar el referido fenómeno.
También se precisó que la contribución de Chile considera el compromiso de reducir en un 30 por ciento su intensidad carbónica, para lo cual efectuará las siguientes acciones:
a) Contar con una matriz energética con mayor presencia de energías renovables.
b) Hacer de la eficiencia energética una política pública permanente en el tiempo.
c) Mejorar y aumentar la condición de suelo y aptitud forestal. Se explicó que nuestro territorio tendría capacidad para ser sumidero de gases de efecto invernadero si recuperara los bosques y mejorara la condición de suelos con aptitud forestal.
La verdad es que esto último es bastante difícil lograrlo hoy día, dado el drama que están viviendo las regiones a raíz de los incendios forestales.
¡Chile tiene que prepararse, y rápido!
En la Comisión dije que en las asambleas internacionales suelen adoptarse grandes acuerdos. No obstante, la repercusión de estos es escasa a nivel nacional.
Asimismo, consulté por el impacto concreto que ocasionará la ratificación del Acuerdo de París y afirmé que, si bien Chile realiza un aporte casi marginal al fenómeno, es indudable que el cambio climático constituye un problema de alcance global que nos ha afectado, tal como lo evidencian el registro de temperaturas inusitadas, el retroceso de los glaciares y el aumento de la temperatura en el mar.
Creo que el Acuerdo se complementa con la iniciativa sobre el Servicio de Biodiversidad, que estamos sacando adelante en la Comisión de Medio Ambiente para que sea una realidad, el cual verdaderamente constituirá un avance. Esperamos que en marzo próximo se comience a votar y llegue a la Sala, porque es un asunto importante que es preciso apurar.
Por eso, considero que la participación de Chile en el instrumento que nos ocupa es una señal del compromiso con el medioambiente por parte del Estado.
En virtud de estas razones, voto que sí.
El señor LAGOS (Presidente).- Puede intervenir el Honorable señor Navarro.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, desde el siglo XVII al XVIII -hace más de doscientos años-, los negros eran pintados con brea y vendidos en la plaza pública de Boston y en Nueva York. Parecía natural. No constituía un pecado. Y, más aún, era legal.
A los ojos de hoy, la esclavitud es condenable. Fue abolida. Y cuesta imaginar por qué una generación la aceptó y sometió a este yugo a una parte importante de la población de África.
No abrigo ninguna duda de que en doscientos años más, cuando se pregunte por qué no se hizo nada ahora, por qué se depredaron los bosques, por qué se contaminaron los mares, por qué se agotó el agua, por qué la Tierra se calentó y se hizo invivible, nuestros nietos y las generaciones futuras nos juzgarán por no haber actuado a tiempo.
La Conferencia de París impone acuerdos que incluyen a China y Estados Unidos, pero ya sabemos lo que va a pasar. Los dos mayores productores de gases y del efecto invernadero se hallan en un proceso de desarrollo industrial que me hace preguntarme si cumplirán las metas establecidas.
Lo que desde este pequeño país del fin del mundo podemos hacer -y, por eso, voy a votar a favor- es nuestra labor: velar por los bosques templados húmedos.
En el planeta, un dos por ciento de todos los bosques presentan esa característica, y el sesenta por ciento de ellos se encuentra en la Patagonia, en el sur de Chile. Necesitamos cuidarlos como un patrimonio de la humanidad. Esta es una enorme contribución, porque son los que oxigenan.
En este sentido, hay tareas claves, como la creación de una Corporación Nacional Forestal pública, ya que existe un híbrido raro que es una corporación privada con fondos públicos.
Y, más aún, cabe considerar las actuaciones de instituciones y de personas. Mi pregunta es qué hace el Congreso en el ámbito de la emisión de gases de efecto invernadero.
¿Qué realizan el Senado y la Cámara de Diputados para disminuir la huella de carbono y la contaminación sobreviniente?
Mientras no cambien los individuos, el mundo no lo hará.
Me parece que el Congreso y Chile pueden hacer mucho más que lo expresado por el Acuerdo, que dependerá, fundamentalmente, de lo que digan las grandes potencias. Y no veo ni a China ni a Estados Unidos en pos de una disminución de sus gases de efecto invernadero, sino más bien en una campaña de crecimiento y producción industriales, como lo ha planteado Trump en reiteradas ocasiones.
No sería una mala idea que el Congreso del Futuro -lo expongo aprovechando la presencia del Senador señor Girardi- pudiera imponer metas respecto de cómo sería posible que esta Corporación y la Cámara de Diputados y quienes las integramos contribuyéramos, dando ejemplos muy concretos como instituciones y como personas, a disminuir la huella de carbono que todos trazamos.
Voto a favor.
¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!
He dicho.
El señor LAGOS (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor LAGOS (Presidente).- Terminada la votación.
--Por 31 votos a favor, se aprueba en general y en particular el proyecto de acuerdo.
Votaron las señoras Allende, Goic, Lily Pérez, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Allamand, Araya, Bianchi, Coloma, De Urresti, Espina, García, García-Huidobro, Girardi, Guillier, Harboe, Lagos, Hernán Larraín, Letelier, Matta, Moreira, Navarro, Ossandón, Pérez Varela, Pizarro, Prokurica, Quinteros, Rossi, Tuma, Ignacio Walker y Andrés Zaldívar.
El señor LAGOS (Presidente).- El Honorable señor Chahuán deja constancia de su intención de voto a favor.