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CREACIÓN DE SISTEMA DE EDUCACIÓN PÚBLICA Y MODIFICACIÓN DE DIVERSOS CUERPOS LEGALES


El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Enseguida, corresponde continuar la discusión particular del proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que crea el Sistema de Educación Pública y modifica diversos cuerpos legales, con segundo informe de la Comisión de Educación y Cultura, informe de la Comisión de Hacienda y urgencia calificada de "discusión inmediata".
--Los antecedentes sobre el proyecto (10.368-04) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite: sesión 32ª, en 19 de julio de 2016 (se da cuenta).
Informes de Comisión:
Educación y Cultura: sesión 84ª, en 24 de enero de 2017.
Educación y Cultura (segundo): sesión 42ª, en 5 de septiembre de 2017.
Hacienda: sesión 42ª, en 5 de septiembre de 2017.
Discusión:
Sesiones 85ª, en 25 de enero de 2017 (se aprueba en general); 44ª, en 6 de septiembre de 2017 (queda pendiente la discusión particular).
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- Según la pauta de votación que se ha seguido en conformidad a los acuerdos adoptados por los Comités, procede que la Sala se ocupe ahora de los artículos transitorios de quorum simple, que son los siguientes: segundo, décimo primero, décimo segundo, décimo cuarto, décimo quinto, décimo séptimo, décimo octavo, vigésimo, vigésimo segundo, vigésimo tercero, trigésimo, trigésimo quinto, trigésimo sexto, trigésimo noveno, cuadragésimo, cuadragésimo cuarto, cuadragésimo quinto, cuadragésimo sexto, cuadragésimo séptimo, cuadragésimo octavo y quincuagésimo quinto.
Estas son las disposiciones transitorias de quorum simple que se deberían votar en conjunto.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor García.


El señor GARCÍA.- Señor Presidente, he pedido intervenir porque creo que la última votación recaída en este proyecto de ley tiene, por lo menos de parte nuestra, un error muy importante.
Se votó un paquete de artículos, entre ellos el trigésimo cuarto transitorio, norma respecto de la cual yo argumenté en contra, particularmente de su inciso quinto, que establece que los recursos fiscales utilizados para el pago de las deudas que tengan los municipios al momento del traspaso serán descontados del Fondo Común Municipal en un año.
Eso implica la quiebra de numerosos municipios, que no podrán enfrentar sus tareas habituales: pago de alumbrado público, retiro de basura, etcétera. Se compromete gravemente su situación financiera. Y así lo expresé, señor Presidente.
Sin embargo, dado que aparentemente la pauta que usted tenía señalaba que todos estábamos de acuerdo con esos artículos, los Senadores de Chile Vamos aparecemos votando a favor.
Por eso, podríamos pedir que se reabriera la votación del artículo trigésimo cuarto transitorio, pero para eso se requiere unanimidad. Si la hubiera, fantástico, y si no, que por lo menos quede constancia de que respecto del inciso quinto del precepto transitorio indicado nuestra opinión y nuestros votos son contrarios, porque dicha disposición perjudica gravemente la situación de los municipios de nuestro país.
Muchas gracias.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Se dejará la constancia solicitada por Su Señoría.
El señor LARRAÍN.- Se ha pedido reabrir la votación, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- No creo que haya acuerdo, señor Senador. Sugiero dejar este asunto para el final y, mientras tanto, dejar la constancia solicitada.
Tiene la palabra la señora Ministra de Educación.
La señora DELPIANO (Ministra de Educación).- Señor Presidente, primero, por su intermedio, saludo a todos los parlamentarios.
Y segundo, deseo pedir autorización para que ingresen a la Sala las Subsecretarias, que a mi juicio pueden ser un aporte en este tema. Y no sé si además es posible que ingrese la persona encargada de llevar adelante esta materia en el Ministerio, que también puede resultar de mucha ayuda.
El señor ALLAMAND.- Y los asesores, al igual que como se hizo la vez anterior.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Desde ya, se autoriza la entrada de las Subsecretarias y de los asesores de cada una de las bancadas. Y sería bueno que me indicaran cuántos y quiénes son los asesores que vienen del Ministerio de Educación.
Acordado.
El señor PROKURICA.- ¿Qué vamos a votar, señor Presidente?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Los artículos transitorios que están en discusión.
El señor LARRAÍN.- ¿Cuáles son?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- El Secretario volverá a leerlos.


El señor LABBÉ (Secretario General).- Los artículos transitorios que quedaron para ser votados, en conformidad al orden de la pauta del documento que Sus Señorías tienen en su poder, son los que se encuentran en el grupo que figura en el último recuadro.
Ellos son: segundo, décimo primero, décimo segundo, décimo cuarto, décimo quinto, décimo séptimo, décimo octavo, vigésimo, vigésimo segundo, vigésimo tercero, trigésimo, trigésimo quinto, trigésimo sexto, trigésimo noveno, cuadragésimo, cuadragésimo cuarto, cuadragésimo quinto, cuadragésimo sexto, cuadragésimo séptimo, cuadragésimo octavo y quincuagésimo quinto.
Ninguno es de quorum especial.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
En votación.
--(Durante la votación).
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Montes.


El señor MONTES.- Señor Presidente, quiero dar una opinión sobre la transición.
En la sesión pasada se dijeron muchas cosas sobre el sistema permanente que considero injustas y que requieren mayor reflexión, sobre todo de algunos Senadores y Senadoras.
¡Este proyecto contiene otro concepto de educación pública!
No ninguneen la iniciativa porque aquí se han replanteado los fines educativos: se pone en el centro al niño y sus necesidades singulares, se reordena el proyecto focalizándolo en los establecimientos y otros aspectos que, si hay tiempo, mencionaré posteriormente.
Ahora quiero referirme a la transición.
Es muy difícil cambiar un sistema que se implantó hace 37 años en dictadura por un nuevo modelo, con otro concepto, con otras características muy diferentes. Y diseñar esta transición en el marco de las restricciones que se presentan al término de un Gobierno es particularmente difícil.
Deseo hacer algunas observaciones.
En primer lugar, creo que la instalación del nuevo sistema es muy lenta. Partir con dos o cuatro servicios, para un sistema que tiene 70, es decir, apenas el 2,7 por ciento -o el 5 y tanto por ciento en el caso de que sean cuatro los servicios habilitados-, en verdad lo es.
A fines del 2021 estarían funcionando 11 servicios locales. Recién el 16 por ciento. Esto requiere más densidad.
Sé que este es un problema de la capacidad que tiene el Ministerio. Pero quiero dejar constancia de que lamento que, después de todo este tiempo, nuestro Ministerio no esté en condiciones de construir más servicios locales. Y no se trata de hacerlo sin gradualidad, sino con una más consistente con los objetivos.
En segundo lugar, quiero relevar que el ritmo y profundidad del avance quedarán sujetos a la decisión del próximo Gobierno, lo cual será un tremendo problema.
En tercer término, los municipios privilegiados pueden solicitar postergación de la entrada al nuevo sistema. Este punto lo sostuvo con mucha fuerza la Derecha. A nosotros no nos gustó desde un comienzo. Pero ya que se trata de una condición acordada entre el Gobierno y la Derecha, dejémoslo así.
Pedimos que, de existir una postergación en un municipio, estuviera asociada a uno de bajo rendimiento. ¡No lo aceptaron!
También pedimos que los municipios que quisieran entrar antes al nuevo sistema pudieran solicitarlo. ¡No lo aceptaron!
No nos parece la mejor solución, pero es una situación que se dará después del 2022.
Existe ambigüedad en el tratamiento de las deudas, y eso lo compartimos. Falta más claridad. Era muy difícil, sobre todo tratándose de los trabajadores, definir reglas para algo que ocurrirá en ocho, siete, seis años más en algunos casos.
Se establecen elementos para la transición frente a los cuales el Ministerio requerirá más facultades. A lo mejor tendrá que usar la Ley de Presupuestos para obtenerlas. Sin embargo, nos parece que, en general, las deudas requieren bastante más finura.
¿Qué pasará con los municipios que no entren al nuevo sistema?
¿Cómo aseguramos que exista buena formación para los niños, que el sistema trabaje bien? Se requiere también más discusión.
El financiamiento de la transición no es claro en todo este período, y no voy a entrar en detalles. Nos habría gustado analizarlo con más calma, porque es muy importante lo que ocurre en cada momento con los niños. Hemos pasado numerosos años con un modelo que ha perjudicado a los menores de más bajos ingresos, a la educación pública de este país, que es esencial mantener todos los días.
Hay un sistema previo al traspaso que no se encuentra lo suficientemente bien desarrollado respecto a aquellos que no van a entrar al nuevo sistema.
Quiero señalar que la transición merece bastantes dudas. Llegar al nuevo modelo, al nuevo desarrollo permanente va a costar. Tenemos que ir mejorando el proceso de transición en el camino. Este no va a ser todo lo que uno quisiera.
Sin embargo, ojalá que la Derecha, que se abstuvo, asuma que hoy día existe una decisión mayoritaria de cambiar este modelo.
Piñera planteaba agencias locales, decía que los municipios no eran capaces, en todo sentido -tengo aquí el texto-, de dirigir la educación. En su proyecto sostuvo muchas cosas. Hoy día se les olvidó.
Por lo menos esta coalición tiene una nueva propuesta, una nueva visión de la educación escolar pública. Y esperamos que se avance en esa dirección.
La transición es difícil. Hay un diseño que, no me cabe la menor duda, irá perfeccionándose en el camino para asegurar que el país, en un tiempo lo más corto posible, llegue a un nuevo sistema.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Pizarro.


El señor PIZARRO.- Señor Presidente, considero que es fundamental clarificar lo que se ha planteado respecto de la gradualidad o la transición hacia la nueva educación pública, a fin de ver de qué se trata y en qué condiciones se llevará adelante una transformación tan profunda, tan importante.
Este tema fue bastante debatido, por lo menos en la Comisión de Hacienda, en la que participé. Comparto que este es un sistema nuevo, distinto, que es un cambio gigantesco -como ha dicho el Senador Montes-, pero, como toda reforma, entendemos que puede correr algunos riesgos si es que no se toman las providencias del caso.
Y, curiosamente, con los mismos argumentos que ha dado el Senador Montes, fui partidario de tener una graduación en la aplicación de la transición que permitiera, por una parte, hacer las cosas bien, y por otra, ir midiendo su efecto para que, en determinado momento, una vez que estuviera funcionando una cantidad importante de servicios locales, se pudiera realizar una evaluación y analizar cómo continuar. Ello, para perseverar, por supuesto, en lo positivo, y corregir los servicios donde las cosas no operen muy bien.
Esa es la razón por la cual se propone que los primeros tres o cuatro años lleguemos a once servicios locales en funcionamiento. Los primeros dos en el mes de marzo del próximo año: Andacollo-Coquimbo y Barrancas, en la zona norte de Santiago.
Creo que es conveniente iniciar esta gradualidad teniendo conciencia de los problemas que vamos a enfrentar. Varios de estos los describía el propio Senador Montes. A él le habría gustado avanzar mucho más rápido pero, como dice el refrán, a veces lo ideal es enemigo de lo bueno. Y me parece razonable el compromiso de instalar cuatro servicios locales durante el próximo año que estén funcionando antes de diciembre; posteriormente, otros tres, y finalmente cuatro, y evaluar su instalación hasta el 2025.
El tema que planteó el Senador García en cuanto a la deuda de los municipios se discutirá en su momento. No tenemos problema en que se reabra la votación, señor Presidente, para los efectos de dejar las constancias respectivas.
Lo que sí habría que clarificar es si esa deuda corresponde a una mala gestión de los municipios, o al uso de los recursos que se les entregaron en el pago de determinadas prestaciones a los profesores o a los trabajadores no docentes o en el pago de compromisos de tipo previsional contraídos con ellos -es decir, en el ámbito educacional-; pues sería absurdo que nos comprometiéramos a que el Ministerio de Educación otorgara determinada cantidad para saldar las deudas que mantienen los municipios.
Eso sería premiar una mala gestión.
Ese tema se analizó también en la discusión que sostuvimos acá y, para los efectos de la clarificación -esto fue debatido también en la Comisión de Hacienda-, siempre hemos hablado de deudas en que los municipios han incurrido de manera -llamémoslo así- no voluntaria, sino obligatoria, con el propósito de sacar adelante el servicio, pues los recursos que se les entregaron fueron menores a los que tuvieron que gastar.
Con ese espíritu se trató todo el tema del endeudamiento de los municipios: no premiar a municipalidades que no cumplieron sus obligaciones de buena manera.
Creo que en el transcurso del debate podremos ir abordando el resto de las materias.
Esa es la razón por la cual nosotros vamos a votar favorablemente esta propuesta de gradualidad.
El señor GIRARDI (Vicepresidente).- Si la señora Ministra desea rectificar algunos conceptos, puede hacer uso de la palabra.
La señora DELPIANO (Ministra de Educación).- No, señor Presidente.
Gracias.
El señor GIRARDI (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Von Baer.


La señora VON BAER.- Señor Presidente, podemos entrar nuevamente en la discusión acerca de si esta es realmente una nueva educación pública o, más bien, una institucionalidad que centraliza la educación en Santiago y se la quita a las comunas.
Sin embargo, pienso que esa discusión la hicimos la semana pasada.
En cuanto a la gradualidad -lo dijeron varios Senadores que me antecedieron en el uso de la palabra-, la verdad es que hay muchos temas sobre los cuales todavía no existe claridad. Por ejemplo, a cuánto ascienden las deudas y cuál será el manejo que harán de ellas los municipios cuyas escuelas van a ser traspasadas.
Segundo, tampoco hay claridad alguna respecto de qué va a pasar con los inmuebles de los municipios, pues hay numerosos bienes que se les entregaron cuando se municipalizó la educación, pero también hay otros que les pertenecen, ya sea porque los terrenos eran de los municipios, porque se levantaron construcciones sobre la base de proyectos financiados por ellos a través de fondos regionales o porque se trata de inmuebles donados y que después fueron utilizados para las escuelas.
Por lo tanto, estamos ante una serie de situaciones frente a las cuales va a haber una discusión, probablemente una negociación, entre los municipios y el gobierno central. Y no está para nada claro cómo va a terminar esa negociación, pues los municipios son constitucionalmente autónomos.
Por lo tanto, aquí no quedó resuelto ni claro...
El señor GIRARDI (Vicepresidente).- Perdón, señora Senadora.
Les pido a Sus Señorías que, por favor, guarden silencio para poder escuchar la intervención de la oradora.
Continúe, señora Senadora.
La señora VON BAER.- Gracias, señor Presidente.
Decía que no hay claridad alguna acerca de cómo se va a manejar este tema en la implementación del nuevo sistema: ni respecto de las deudas ni menos de los inmuebles.
Tampoco hay claridad, más allá de que cuatro mil personas van a quedar sin trabajo -esa fue la cifra que entregó la Ministra durante la discusión en la Comisión de Hacienda-, en cuanto a cómo se va a implementar el sistema.
Sobre el particular, nosotros creemos que la gradualidad -ese tema se tocó aquí- es una buena noticia, porque Chile no ha tenido gratas experiencias cuando se ha aplicado una política pública sin mediar una evaluación durante la mitad del tiempo en que esta se ha implementado.
La verdad es que desconocemos cuáles serán las problemáticas con las que nos vamos a encontrar.
Y quiero aclarar otra cosa.
El proyecto establece que once servicios locales se van a instalar durante el próximo Gobierno y que, al final de ese período, se hará una evaluación para saber cómo avanza el sistema.
Adicionalmente, se formará una comisión evaluadora, que no existía antes de que el Gobierno abriera la posibilidad de disponer la gradualidad, con el objeto de evaluar la política pública que se está aplicando.
Me parece una buena noticia para Chile el hecho de que no se aplique una política pública sin incluir algún tipo de evaluación, pues no hemos obtenido buenos resultados en sistemas que se han concretado de esa manera.
En tal sentido, considero una buena noticia la gradualidad y también la formación de una comisión evaluadora, pues hay muchas preguntas que, incluso durante la tramitación del proyecto, no tuvieron respuesta.
De hecho, gran parte de esas dudas también fueron planteadas por algunos Senadores de Gobierno que dijeron: "Esto debiéramos discutirlo mucho más; la transición no está bien resuelta".
Por ello, dado que la transición no quedó bien resuelta, la evaluación de cómo se va implementando la nueva política pública es una buena noticia, y no al revés.
En ese sentido, señor Presidente, con relación a la gradualidad, tema sobre el cual nos pronunciamos la semana pasada, nosotros votamos a favor.
He dicho.
El señor GIRARDI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Allamand.


El señor ALLAMAND.- Señor Presidente, en virtud de las expresiones de algunos Honorables colegas que me han antecedido en el uso de la palabra, me parece relevante hacer una reflexión que tengo la impresión de que será importante no solo para este proyecto, sino también para lo que viene.
Hemos alcanzado un acuerdo en un tema particularmente complejo. Y, obviamente, se llega a acuerdos cuando existen diferencias acerca de determinada materia, porque alcanzarlos cuando todos tienen convergencia en los puntos de vista no vale nada.
Una reforma de esta naturaleza, que implica un cambio de gran envergadura y respecto de la cual la Oposición votó en contra de la idea de legislar con buenos argumentos, cuando más de la mitad de los alcaldes en ejercicio hoy día son contrarios a esta iniciativa, requiere una ingeniería política para los efectos de hacerla viable y, al mismo tiempo, tal como indicó el Senador Pizarro, para que su implementación tenga gradualidad y posibilidades de corrección.
Esta práctica, que algunos pensaban desterrada de la política chilena, es la que ha hecho progresar al país. Y quienquiera que gane en la próxima elección presidencial tendrá que recurrir a acuerdos de envergadura para resolver los grandes problemas que Chile enfrenta.
Entonces, señor Presidente, tenemos que ponernos de acuerdo. Porque si hemos llegado a uno, entonces hay que respaldarlo. Pero lo que no hace sentido es apoyarlo y al mismo tiempo, casi al unísono, torpedearlo.
¡Se respaldan los acuerdos o no se respaldan!
Para respaldarlos todos tienen que estar dispuestos a ceder y, en definitiva, a que se cumplan de buena fe. Pero si cada vez que se alcanza un acuerdo algunos empiezan a sostener "Esto debió ser de esta manera; esto debió ser de otra", en la práctica finalmente se erosiona el fundamento básico de ese consenso.
Por eso, resulta destacable honrar los acuerdos conseguidos.
¿Qué hemos hecho nosotros en la Oposición? Dentro del articulado, en todo aquello donde logramos consenso hemos votado razonablemente a favor, mientras que en las materias que han generado discrepancias nos hemos pronunciado, respetuosamente, en contra.
Sin embargo, no hemos torpedeado ni pretendido erosionar, ni más ni menos, lo alcanzado.
Ese es el comentario general que quiero formular, señor Presidente.
Repito: si se alcanza un acuerdo, se cumple de buena fe, se respeta y no se erosiona sosteniendo que esto es más o que esto es menos.
Lo anterior es particularmente importante.
El señor GIRARDI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Quintana.


El señor QUINTANA.- Señor Presidente, la verdad es que no entiendo a la Oposición, porque esta materia y la que nos ocupó durante la votación anterior formaban parte del acuerdo. Este se alcanzó entre parlamentarios de Oposición que integran la Comisión de Educación y el Ejecutivo, y, hasta donde sé, nadie ha dicho que este último no haya cumplido su parte.
El Senador Montes y yo, que integro la Comisión de Educación, no fuimos parte del acuerdo, pero vamos a respaldarlo porque hay aspectos que le hacen sentido a esta norma y sin los cuales costaría mucho su aplicación.
Entonces, no estoy tan seguro de si aquí no se está torpedeando el avance del proyecto, especialmente cuando quienes concurren al acuerdo al final no lo honran y no votan consistentemente.
El Senador García ha planteado algunos aspectos con relación al Fondo Común Municipal. Efectivamente, Su Señoría tiene un punto que a mi juicio debiéramos considerar en la Ley de Presupuestos: si acaso renovar o pensar en un segundo año para aquellas comunas que van a tener algunos descuentos, con el propósito de hacerse cargo de temas tan importantes como la auditoría externa, el estado de pago de las obligaciones previsionales; los descuentos al personal de los establecimientos educacionales y al personal de las corporaciones, sus intereses y reajustes, así como los estados de pago de las remuneraciones de los profesionales.
O sea, me parece que aquí ha habido bastante responsabilidad del Ejecutivo al considerar estos temas, como también el del pago de las obligaciones contraídas con terceros, con proveedores.
El Senador Tuma nos comentó en la bancada sobre los convenios que hoy día tienen los trabajadores de la educación -profesores, asistentes- con cooperativas. Esos temas se encuentran resguardados acá.
Por lo tanto, francamente no veo dónde está el cuestionamiento; no veo por qué la Derecha se está descolgando de un acuerdo que suscribió, del cual yo no fui parte.
Puedo agregar, sí, que desde que el Gobierno se fijó el propósito de desmunicipalizar la educación (en 2014) hasta la fecha, han salido de su condición de morosidad cerca de 50 municipios. Parlamentarios de distintas bancadas hemos acompañado a alcaldes de diferentes regiones del país para ver cómo, con instrumentos legales como el FAEP, por ejemplo, ir resolviendo gran parte de su situación de endeudamiento. Repito: 50 municipios han salido de su condición de morosidad en los últimos dos años, y eso no es menor.
En esto quiero destacar el rol del municipio, así como de la Subsecretaria de Educación, la señora Quiroga, y sus equipos de trabajo, de un desempeño muy relevante en esta materia.
Señor Presidente, concuerdo con lo señalado por el Senador Carlos Montes en el sentido de que una transición con solo cuatro Servicios Locales es insuficiente. Aquí se nota la mano de las bancadas de la Oposición, porque la propuesta original del Ejecutivo era una transición un poco más robusta, con más Servicios Locales. Lo reitero: solo cuatro de setenta es poco. O sea, el Gobierno, por mucho que hayan mostrado interés en algún momento, puede incluso frenar una situación como esta. Eso es algo que podría darse.
En definitiva, señor Presidente, creo que cuatro Servicios Locales es poco. Pero hay algo que destacar, y es que quedan representadas distintas realidades, distintos territorios. No es lo mismo el Servicio Local de Barrancas, que el de la Región de Coquimbo, que el de Huasco o que el de la zona costera lafquenche de La Araucanía, donde las realidades son diferentes.
Por lo tanto, vamos a respaldar esto, en el entendido de que el Gobierno, desde el día siguiente de la publicación de la ley, hará todos los esfuerzos necesarios para el éxito de estos cuatro Servicios Locales.
También deseo destacar que la denominada "Comisión de medio tiempo", que comenzará a regir alrededor del 2021, o el Consejo de Evaluación, con seis profesionales de reconocida trayectoria en el plano educativo, deben tener un requisito: que sus integrantes crean en la necesidad de la desmunicipalización. Porque, si se nombra un equipo de seis, con la lógica del binominal, creo que eso está superado absolutamente, incluso por el debate de esta Comisión.
Nosotros vamos a tener una Comisión de gente notable, experimentada en el ámbito de la educación, pero debemos hacernos cargo de que el sistema actual presenta una profunda dispersión y que aquí se agrega una tarea más para los municipios, que ya tienen otras treinta. Las personas nominadas por la Presidenta de la República tienen que entender que Chile debe dar este paso en aras de la calidad.
Y quiero finalizar con eso, señor Presidente, porque cuando se inició esta reforma educacional se sostenía que nunca íbamos a llegar al aula, que nunca íbamos a llegar a la calidad. Bueno, lo que estamos discutiendo hoy día impacta en forma directa en lo que ocurre en la sala de clases y, precisamente, en la calidad. Por eso, vamos a respaldar este acuerdo a pesar de no haber sido parte de él.
El señor GIRARDI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Hernán Larraín.


El señor LARRAÍN.- Señor Presidente, creo que efectivamente este proyecto es importante, a pesar de que, como todas las iniciativas que plantean diseños nuevos, es también incierto.
Resulta fácil cuestionar y criticar la educación municipal, porque la conocemos y podemos advertir sus virtudes, sus errores, sus fracasos y sus éxitos. Por lo tanto, el juicio está fundado en una realidad que nos es familiar. Pero aquí estamos hablando de una utopía -por así decirlo-, de un sueño, de un modelo que se está diseñando. No sabemos cómo va a funcionar.
Por eso, el acuerdo a que se llegó -porque en la materia a la cual me voy a referir sí hubo consenso, según la información de que dispongo- es que cuando se trata de establecer un modelo y de hacerlo gradualmente, hay voluntad de avanzar. ¿Por qué? Porque así podremos ver si lo que se está diseñando responde a los objetivos y a las intenciones de quienes están promoviendo la idea. De no ser así, habrá posibilidad de corregirlo, para no tragarnos de nuevo un Transantiago.
Es decir, la idea es avanzar con gradualidad, corregir. Y así lo hicimos en la Reforma Procesal Penal, la cual resultó exitosa, porque cuando terminó de aplicarse ya se le habían introducido una serie de correcciones, producto de la experiencia que se obtuvo a partir de la primera aplicación.
Por tanto, en eso sí hay acuerdo. Yo entiendo que, a diferencia de lo que sostuvo quien me antecedió en el uso de la palabra, en las normas que estamos votando no hubo consenso, porque dicen relación con temas complejos, que son fundamentalmente tres.
El primero de ellos tiene que ver con el traspaso de los actuales funcionarios municipales de la educación a los Servicios Locales. En esto no hubo acuerdo porque existe cierta incertidumbre sobre cuál será el destino de los trabajadores. Y nosotros, en un escenario distinto, probablemente habríamos votado en contra. Pero, producto del acuerdo, nos estamos absteniendo.
La verdad es que se trata de varios miles de trabajadores cuyo destino no es claro. No se sabe qué va a ocurrir con ellos. El proyecto establece un mecanismo de indemnización para quienes no sean traspasados ni reubicados en otras funciones. Pero tampoco queda en evidencia cómo se llevarán a la práctica esos mecanismos.
Cuando conversamos con los trabajadores de nuestra Circunscripción, ellos nos dicen con mucha razón: "Miles vamos a quedar en la vereda. No sabemos cuándo, ni tampoco cómo va a ser el proceso indemnizatorio".
Por lo tanto, en este tema, con mucho respeto, para mantener cierto decoro en la negociación, no estamos votando en contra, sino absteniéndonos.
El segundo punto, que no es menor, dice relación con el financiamiento. El informe financiero omite que cerca de 800 millones de dólares se entregan anualmente a las corporaciones educacionales o a los Departamentos de Educación Municipal: ¡800 millones de dólares! Y el proyecto establece, en régimen, un incremento del gasto actual del orden de los 308 millones de dólares anuales, de acuerdo con lo que se ha informado. En consecuencia, la suma de estos factores hace pensar que aquí se produce una situación que tampoco está resuelta en forma debida.
Como sea, este nuevo sistema, en régimen, le costará al país más de mil millones de dólares, y no se sabe de dónde van a salir. Esa es una razón mayor para la gradualidad, para ir dosificando los recursos que no se tienen. Sin embargo, aquí hay una parte de la situación de la cual no nos vamos a hacer responsables.
Finalmente, estamos discutiendo también sobre el traspaso de inmuebles, que se hará por el solo ministerio de la ley, lo que -como lo señaló recién la Senadora Von Baer- no pareciera ser el camino más adecuado, ya que se está entrando en una situación de mucha incertidumbre. Porque muchos de los inmuebles no corresponden a bienes del Estado -por así decirlo-, pues son municipales. O se han construido escuelas en terrenos del municipio, y todavía rige el principio de que quien es dueño del terreno lo es también del edificio; lo accesorio sigue la suerte de lo principal.
Por lo tanto, aquí hay materias -y ese es el punto- que nos impiden votar a favor, pero siempre respetando el acuerdo.
El señor GIRARDI (Vicepresidente).- Señora Ministra, ¿pidió la palabra?
El señor BIANCHI.- Pero estamos en votación...
La señora DELPIANO (Ministra de Educación).- Después, señor Presidente.
El señor GIRARDI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Bianchi.


El señor BIANCHI.- Señor Presidente, voy a valerme de esta intervención para dar cuenta de algunos temas que considero extremadamente relevantes.
Primero, quiero volver a señalar que se requiere más que nunca la unidad de los asistentes de la educación para el debate profundo que debe haber con respecto al nuevo estatuto que los va a regir. Deseamos colaborar al máximo en esta materia para que en definitiva se dignifique como corresponde una labor tan importante.
Una segunda reflexión se refiere a la situación que hoy día está enfrentando el municipio de Punta Arenas. La corporación posee una deuda del orden de los 11 mil millones y el alcalde de la ciudad acaba de anunciar que no va a cancelar los sueldos de los profesores ni de los asistentes de la educación. Y no va a hacerlo porque existe un problema relacionado con los recursos y el arrastre histórico que ha tenido la administración de dicha corporación.
Pregunté al Ministerio sobre aquello: aquí se han traspasado tres cuotas del FAEP. Es el único municipio en el país -si me equivoco, pueden corregirme- que ha recibido tres pagos de ese Fondo. Por lo tanto, la situación es bastante más grave.
Y quiero manifestar, señor Presidente, que a todo evento -¡a todo evento!- tiene que asumirse la responsabilidad y no aceptar el incumplimiento en el pago a los profesores y a los asistentes de la educación. Por eso nos hemos valido de esta oportunidad para conversar con la Ministra, en el entendido de que su Cartera va a tener que asumir absolutamente la responsabilidad, producto de la imposibilidad de cancelar las remuneraciones de profesores y de asistentes de la educación ahora, a partir de septiembre.
Entonces, voto a favor respecto de lo que ha sido la transición -se haya logrado un acuerdo o no-, porque en definitiva estamos ante un tema que resulta complejo de resolver: por el solo ministerio de la ley se traspasan los bienes inmuebles.
Ocurre que en la comuna de Punta Arenas existen establecimientos que se levantaron con fondos del Gobierno regional, pero en terrenos municipales, y allí la situación no está aclarada. Ese es otro asunto que hemos hecho ver al Ministerio para que se pueda resolver de manera transparente y permita dar certezas absolutas sobre qué se va a hacer. Como el caso de Punta Arenas quedó exceptuado -se incorporará más adelante en esta transición-, habrá que ver en las experiencias de otras comunas, de otros municipios, de otras corporaciones cómo se van a llevar adelante los traspasos.
Pero lo fundamental es solicitarles -por su intermedio, señor Presidente- a la Ministra y a la Subsecretaria, presentes en la Sala, que bajo ningún punto de vista se permita el incumplimiento en el pago de las remuneraciones a los profesores y los asistentes de la educación de la comuna de Punta Arenas, quienes están ahora, en esta fecha en particular, en conocimiento de esta brutal noticia.
Aquí, más allá de los traspasos que se van a hacer por parte del Ministerio de Educación a los municipios, efectivamente, como lo hacía ver además el Senador García Ruminot, se va a generar otra situación compleja: dentro del plazo de un año se tendrán que devolver los dineros adelantados por parte de dicha Cartera a costa de lo que reciben del Fondo Común Municipal, situación que la Secretaria de Estado también quedó en resolver. Y quiero solicitarle encarecidamente que así lo hagamos, para ver de qué manera destrabamos esta situación que resulta del todo compleja y que no hará más que empeorar la realidad de los distintos municipios en nuestro país.
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El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Aprovecho de saludar a la delegación oficial de la Cámara de Representantes del Japón, del Grupo Interparlamentario de Amistad Japón-Chile, que nos acompaña en las tribunas. La preside el señor Ryu Shionoya.
Sin duda, la visita de ustedes ha sido muy importante para las relaciones entre ambos Parlamentos. Muchas gracias por su presencia.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
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El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Navarro.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, en el debate en la Sala se ha hecho mención a un acuerdo sobre el estatuto de los asistentes de la educación y yo he pedido copia de ese documento. Sería ideal si la señora Ministra lo aclarara, porque quiero recordar que no es algo nuevo. Esto lo venimos discutiendo desde cuando aprobamos el Estatuto Docente, que en ese entonces fue llamado "Estatuto Indecente". Y cuando, con mucho trabajo, elaboramos un proyecto de estatuto para los asistentes de la educación, llamados entonces "no docentes" o "codocentes", no hubo posibilidad alguna de sacarlo adelante.
El avance de un estatuto para los asistentes de la educación es tremendamente significativo por el impacto que tendrá en la comunidad educativa escolar; no son profesionales de segunda clase, no son colaboradores de segunda clase. Pero hay que garantizar que dicho estatuto no solo promueva adecuadamente la carrera de asistente de la educación, sino que salvaguarde también su estabilidad económica, porque entiendo que van a quedar incorporados en el Código del Trabajo.
Quiero decirles que tenemos 345 modalidades distintas, porque son 345 municipios muy distintos y 345 alcaldes demasiado distintos.
Y el señor feudal que es el alcalde en Chile, al igual que un monarca en La Moneda (la "monarquía presidencial" de la que hablo siempre), genera un sistema abusivo en contra de los asistentes de la educación. Hoy día pedimos protección y garantías para ellos, tal como existe para los profesores. Siento que si está puesto el tema -lo planteó el Senador Bianchi-, si existe un acuerdo para aprobar ese estatuto en ciertos términos -entiendo que está conversado con los asistentes-, quiero conocer los detalles antes de votar.
Hemos esperado largo tiempo para aquello y bien vale la pena que, si vamos a hacer algo, lo hagamos bien. No nos equivoquemos. Son demasiadas las críticas que recibe este Senado por legislaciones apresuradas o errores legislativos que luego efectivamente tienen que ser parchados con otras leyes.
El señor BIANCHI.- ¡El proyecto recién ingresó hoy!
El señor NAVARRO.- Muy bien.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Les ruego a los señores Senadores evitar los diálogos.
El señor NAVARRO.- En segundo lugar, haciendo alusión nuevamente al Senador Bianchi -por su intermedio, señor Presidente-, quiero referirme a la situación de las personas que van a ser desvinculadas en todo Chile, particularmente de los DAEM, porque ya ha sido anunciado: son 4 mil en todo el sistema. ¿Vamos a lanzarlos a la calle así nada más?
Ministra, hay que apoyar este proyecto; estoy disponible para ello. Pero ¿cuáles son las garantías que vamos a tener? ¿Cuándo se va a hacer justicia?
Hay gente que de verdad se dedicó a ejercer la tarea que le asignaron y no eran operadores políticos. Porque, digámoslo francamente, algunos alcaldes hicieron crecer los DAEM para los temas electorales; los inflaron y muchos no cumplían ni siquiera funciones al interior de esos Departamentos.
Entonces, ahí pueden pagar justos por pecadores. Y siento que en esta materia debe actuarse con absoluta transparencia, con el resguardo necesario, pues existen personas que llevan mucho tiempo en su trabajo y no pueden ser abandonadas.
Esto no es solamente un tema electoral, como pudiera parecer, ya que es malo para todos: es malo para el Gobierno y es malo para el Parlamento que lo aprueba. Aquí está en juego cómo tratamos a quienes son parte de la comunidad educativa en su conjunto; es una cuestión de dignidad.
Por lo tanto, señora Ministra, si lo pudiera señalar como parte del debate, ya me quedo tranquilo. Acaba de ingresar el proyecto, según me dicen; ese era el compromiso. Si nos hace llegar una copia le podremos echar un vistazo; habrá tiempo de discutirlo con la detención necesaria y ojalá lo pudiéramos sacar de aquí a enero. Porque, a veces, con los cambios de gobierno -y usted lo sabe bien, señora Ministra- sucede que los proyectos se detienen o varían. Si existe un acuerdo en torno a este estatuto de los asistentes de la educación -sería histórico en el proceso educacional chileno-, ¡bueno!, ¡qué más da!, tenemos diciembre, tenemos enero para poder despacharlo y convertirlo en ley.
Creo que eso sería lo más adecuado, señor Presidente.
¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra la señora Ministra.


La señora DELPIANO (Ministra de Educación).- Señor Presidente, ante todo, quiero hacer una aclaración.
En cumplimiento de un compromiso que teníamos, el día de hoy ingresó el proyecto que establece un estatuto laboral para los asistentes de la educación.
Se trata de un trabajo participativo que se viene realizando con el gremio de aquel sector desde hace más de un año y medio. Firmamos con él un acuerdo, y hemos llegado a un buen resultado en lo atinente a condiciones laborales, aspectos generales, títulos específicos de cada uno de los subgrupos (70 mil asistentes de la educación laboran en el sector público).
Falta, por cierto, la cuestión económica, pues la oferta fue baja frente a las expectativas de los referidos servidores. Pero la solución será parte del debate aquí, en el Parlamento, cuando comience la tramitación de dicha iniciativa.
De otro lado, a propósito de la preocupación manifestada por diversos Senadores, debo decir que quienes trabajan en los DAEM, en los DEM, en las corporaciones no son en estricto rigor asistentes de la educación, sino personal administrativo.
Sin embargo, para los efectos del incentivo al retiro de los asistentes de la educación se consideró a ese estamento como si fuesen asistentes de la educación -valga la redundancia-, al objeto de que quienes tuvieran edad para jubilar (60 o 65 años) pudieran recibir aquel beneficio. De manera que eso está vigente para las personas de mayor edad.
Ahora, hay que pensar que todos los asistentes de la educación de los distintos establecimientos pasan al nuevo sistema por el solo ministerio de la ley y sin solución de continuidad.
Para quienes cumplen labores administrativas se estableció un concurso cerrado, solo para ellos, sin competencia de otros profesionales. La idea es tratar de extraer de ahí la mayor cantidad de profesionales. Y se especifica en la normativa que no vale únicamente el currículum formal, sino también la experiencia laboral. Por ejemplo, si cuatro comunas tienen un servicio local y en todas existen encargados de pagar los sueldos, bueno, habrá uno con 20 años en ese cometido y sin haberse equivocado nunca.
El concurso está relacionado con los perfiles de cargos; y para la provisión de estos participa fundamentalmente ese personal, en forma cerrada, antes de elegir a alguien de otra parte.
Ahora, es muy importante el hecho de que esas personas tienen contrato de trabajo. Entonces, de acuerdo al Código Laboral, si alguna no entra al nuevo sistema, el Estado paga de forma directa el incentivo al retiro, según los años correspondientes, conforme a la ley vigente sobre la materia.
Asimismo, se ha considerado un conjunto de soluciones para las personas que, estando en la función pertinente, o no quisieron postular o no lograron el cargo. Por ejemplo, programas del Gobierno para reciclaje laboral, conforme a los cuales es posible no solo mantener por un buen tiempo el seguro de cesantía sino también acceder a recursos mientras se realiza la capacitación para cambiar de tarea.
Eso es lo que hay en esta materia, señor Presidente.
Como Gobierno, a nosotros, al igual que a los parlamentarios, nos interesa provocar el menor perjuicio posible. Pero es difícil hacer un cambio para, de tener a lo largo de nuestro país 345 sostenedores con un aparato más o menos completo, establecer 70 servicios locales con los que se busca una administración distinta, más eficaz.
Repito: a fin de no perjudicar a los trabajadores pertinentes, se han diseñado concursos cerrados para ellos.
Esa es la verdad de las cosas.
Y la indemnización, como le corresponde a cualquier trabajador en nuestro país, corre de cuenta, no del empleador, que es el municipio, sino del nivel central.
Solo quería aclarar aquello, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Chahuán.


El señor CHAHUÁN.- Señor Presidente, la demanda histórica de los asistentes de la educación para tener un estatuto laboral data desde hace más de doce años.
Recuerdo haber acompañado una marcha de esos trabajadores aun antes de ser parlamentario.
Cuando asumí como parlamentario, me tocó incluso sentarme a la mesa, en el primer Gobierno de la Presidenta Bachelet, con el Ministerio de Educación y los asistentes de la educación al objeto de ir creando condiciones para un estatuto de estos trabajadores.
Se trata, pues, de una demanda histórica.
Considero un avance que hoy haya ingresado el proyecto que establece un estatuto laboral para los asistentes de la educación.
Ahora, si bien el artículo 44 transitorio, por no haber recibido indicaciones en Hacienda, se considera aprobado reglamentariamente, sin duda que tenemos un problema.
En efecto, el estatuto omite el problema más complejo de los asistentes de la educación: la cuestión económica.
Y quiero hacer algunos recuerdos, señor Presidente.
Primero, en la Cámara Baja, con algunos Diputados que ahora, como yo, son Senadores formulamos un requerimiento para conformar una Comisión Especial sobre Deudas Históricas.
Pues bien, cuando se asumió lo de la deuda histórica con el magisterio denunciamos también la existente con los asistentes de la educación.
Un grupo muy importante de esos trabajadores tuvieron dificultades con el pago de dicha deuda.
Fue una situación que planteamos con mucha fuerza.
Señor Presidente, lo que no queremos ahora es que con este traspaso se registre una segunda deuda histórica.
Es un problema que deseo plantear con gran energía. Porque tendremos una complejidad en el sentido de que se van a debilitar las conquistas de los gremios de los asistentes de la educación, quienes lograron, por ejemplo, negociar colectivamente.
¿Qué sucederá con ellos? ¿Van a poder negociar colectivamente si están conformados por funcionarios del Estado?
Primer problema.
Por tanto, hay para ese sector un detrimento a aquel respecto.
De otro lado, existe un detrimento para los asistentes de la educación en la medida que ahora, al ser traspasados, van a depender de un tercero.
Acá se habla de un incentivo al retiro pagado por el Ministerio de Educación.
Existe pues, en mi concepto, un detrimento para la situación laboral de los trabajadores en comento.
Hemos presentado proyectos de acuerdo para que el Ejecutivo en algún minuto considere la posibilidad de que los servidores del Estado negocien colectivamente. De lo contrario, se va a generar una situación compleja, pues habrá funcionarios en una condición y otros en una distinta: algunos podrán negociar colectivamente, y otros, no, si determinamos que van a gozar de los mismos derechos existentes hasta ahora, sin solución de continuidad, como expresaba inicialmente el artículo cuadragésimo cuarto transitorio.
Es una dificultad que debemos resolver. Pero ni la referida norma ni el estatuto propuesto -lo he estado leyendo- la solucionan.
Siempre en el ámbito de los asistentes de la educación, tenemos además un problema con los asistentes de la educación que laboran en zonas extremas.
Entonces, señor Presidente, hago un llamado a entender que una de las patas importantes de la reforma educacional que no han sido abordadas con la fuerza necesaria es la vinculada a los asistentes de la educación.
Con diversos parlamentarios -los Senadores Bianchi, Prokurica, en fin- hemos pedido dignificar a los asistentes de la educación, quienes, hasta ahora, son la pata coja de la reforma educacional.
Señor Presidente, una cuestión adicional es la escasa capacidad del Estado para analizar las políticas públicas -hablo no solo de este Gobierno, sino en general- en materia de educación.
Uno podría preguntar: ¿Se ha evaluado la jornada escolar completa? ¿Se han evaluado en materia de educación las reformas estructurales, el fortalecimiento de la educación pública o los impactos que tiene, por ejemplo, el debilitamiento de la educación particular subvencionada?
Basta ver lo que ocurre en los colegios particulares subvencionados de la provincia de Marga Marga o en los del resto de nuestra Región cuando el sostenedor anuncia que habrá una conversión a establecimiento particular pagado: la situación es dramática, porque no hay matrícula en los planteles municipalizados.
Entonces, acá tenemos una situación estructural que se vincula con la evaluación de las políticas públicas.
Por tanto, respecto del estatuto de los...
Necesito tiempo adicional para concluir, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Su Señoría dispone de un minuto.
El señor CHAHUÁN.- Muchas gracias.
Señor Presidente, en cuanto al estatuto para los asistentes de la educación somos tajantes y categóricos.
¿Es un avance la sola presentación del proyecto? ¡Sí!
¿Resuelve eso el problema? ¡No!
Ese es el tema que yo quiero que el Ministerio aborde de una vez por todas.
Asimismo, deseo que esclarezca el artículo cuadragésimo cuarto transitorio, porque, claramente, tampoco satisface las expectativas de los asistentes de la educación.
Esta ha sido -insisto- una lucha histórica de muchos gremios. Y, si bien ha habido avances importantes en el mejoramiento de las condiciones laborales y en la dignificación del trabajo, la solución definitiva está muy lejos.
Los alumnos pasan más tiempo con los asistentes de la educación que con el resto de quienes participan en el proceso educativo.
Por tanto, que los propios asistentes de la educación estén pidiendo un estatuto refleja también la seriedad con que han actuado hasta ahora.
--(Aplausos en tribunas).
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- No se permiten las manifestaciones en las tribunas.
Muchas gracias.
Tiene la palabra el señor Ministro.


El señor DE LA FUENTE (Ministro Secretario General de la Presidencia).- Señor Presidente, antes de que termine esta parte de la votación, referida a normas de quorum simple, quisiera plantearle a la Sala la posibilidad de recalificar una norma del proyecto en cuanto a su rango: el artículo 25.
Dicho precepto fue calificado tanto en la Cámara de Diputados cuanto en la Comisión de Educación del Senado como norma de quorum simple. Sin embargo, la Comisión de Hacienda lo calificó como disposición orgánica constitucional.
¿A qué se refiere el artículo 25 de esta iniciativa? Establece una norma sobre organización interna de los servicios locales de educación. Y, al respecto, dice que el director ejecutivo, con sujeción a la planta de personal y a la dotación máxima de personal, y de acuerdo a lo establecido en el artículo 31 de la Ley Orgánica Constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado, puede determinar la organización interna de su servicio local de educación estableciendo las unidades mínimas, sin indicar cuáles son, etcétera.
A nuestro juicio -hay dictámenes reiterados de la Contraloría y, además, sentencias del Tribunal Constitucional-, una materia de tal naturaleza, en tanto se remite a la mencionada Ley Orgánica Constitucional, no tiene carácter orgánico constitucional.
En tal virtud, señor Presidente, solicitamos que la disposición en comento se recalifique en el mismo sentido en que lo determinaron la Cámara de Diputados y la Comisión de Educación del Senado.
Muchas gracias.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Hagamos las cosas en orden.
Estamos en votación.
Yo voy a dejar fuera de ella el artículo 25, por la discusión que se ha planteado sobre el quorum.
El señor LARRAÍN.- Ya está en votación, señor Presidente. El contenido de ella no se puede cambiar.
El señor MOREIRA.- Si la Nueva Mayoría no tiene los votos necesarios, esa es otra cuestión.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- No es ese el problema, señor Senador.
Además, me informa la Secretaría que el artículo 25 no está en votación.
Por lo tanto, voy a dejar separado ese precepto.
El señor LARRAÍN.- ¡Está en votación!
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- No está en votación, Su Señoría.
El señor LARRAÍN.- Sí lo está, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Me dice el señor Secretario que no se halla en votación.
El señor MONTES.- Déjelo para el final, señor Presidente.
El señor MOREIRA.- Por algo hizo la petición el Ministro.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Formuló una solicitud sobre el artículo 25, pero este precepto no se encuentra en votación.
Por lo tanto, para los efectos de su recalificación, vamos a verlo por separado, pero no en esta votación.
¿De acuerdo?
Bien.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueban los artículos transitorios segundo, décimo primero, décimo segundo, décimo cuarto, décimo quinto, décimo séptimo, décimo octavo, vigésimo, vigésimo segundo, vigésimo tercero, trigésimo, trigésimo quinto, trigésimo sexto, trigésimo noveno, cuadragésimo, cuadragésimo cuarto, cuadragésimo quinto, cuadragésimo sexto, cuadragésimo séptimo, cuadragésimo octavo y quincuagésimo quinto (20 votos a favor y 14 abstenciones).
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Goic y Muñoz y los señores Araya, Bianchi, De Urresti, Girardi, Guillier, Harboe, Lagos, Letelier, Matta, Montes, Pizarro, Quintana, Quinteros, Tuma, Ignacio Walker, Patricio Walker y Andrés Zaldívar.
Se abstuvieron las señoras Lily Pérez, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Allamand, Chahuán, Coloma, Espina, García, García-Huidobro, Hernán Larraín, Moreira, Ossandón, Pérez Varela y Prokurica.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.


El señor LABBÉ (Secretario General).- Señoras y señores Senadores, corresponde votar el conjunto de las disposiciones individualizadas en el segundo acápite del acuerdo que se adoptó en su oportunidad, que corresponde a las siguientes normas de quorum orgánico constitucional:
Artículos 25, 69, 80 (debo aclarar que, de acuerdo a los informes, solo es de quorum especial el número 5) y 81 permanentes, y artículos cuarto, octavo (inciso primero), noveno, trigésimo segundo y trigésimo octavo transitorios (en este último, únicamente el inciso segundo).
El señor ALLAMAND.- "En votación".
El señor WALKER (don Ignacio).- Abramos la votación.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Entre los preceptos señalados está precisamente el artículo 25. De manera que voy a separarlo, para votarlo aparte.
El señor LABBÉ (Secretario General).- Para aprobar dichas normas se necesitan 21 votos favorables.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- En votación los artículos que individualizó el señor Secretario, con excepción del 25.
--(Durante la votación).
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Lagos.


El señor LAGOS.- Señor Presidente, por cierto, voy a votar favorablemente este conjunto de preceptos.
Mientras estaba en una reunión en la sala del Comité Partido Por la Democracia escuchaba el debate que había acá, en el Hemiciclo, respecto al punto anterior. Y me parece tremendamente significativo el anuncio del Gobierno sobre el envío de un proyecto que hace justicia a los asistentes de la educación en Chile.
Ese es un tema que quiero relevar.
Yo escuché discursos muy positivos de gente altamente comprometida con tal materia.
Por mi parte, deseo señalar que se trata de un esfuerzo colectivo, conjunto, de muchas autoridades en nuestro país.
Solo voy a puntualizar, aunque pueda resultar un tanto áspero, que el compromiso con la educación debe ser en todos los planos.
Tiene que ser en el plano de los profesores. Y para eso se aprobó, no sin dificultades, la carrera docente.
Había que aprobar la ley relativa al término de la discriminación y al establecimiento de la inclusión; al fin del lucro; a la eliminación del copago, para gradualmente ir haciéndose cargo de las situaciones pendientes.
En esta Región hemos convenido en la necesidad de contar con la normativa en comento. Y dimos todo nuestro respaldo.
¿Por qué saco a colación aquello?
En vista de que en dos meses más estaremos en un proceso eleccionario, es bueno decir que, cuando uno respalda una causa justa como la de la educación, lo haga en toda su magnitud, desplegando cuanto esfuerzo sea menester en el ámbito de la votación y en el compromiso con aquella, y no limitar el apoyo a un aspecto puntual, que por cierto es importante y central, porque en la materia existe una deuda. De eso no cabe duda.
¿Por qué hago esta intervención, señor Presidente? Porque los asistentes de la educación juegan un rol tremendamente importante. Eso está claro.
Por último, como consecuencia de la exigencia que muchos hicimos en este Senado para que el Gobierno enviara esta semana el proyecto en cuestión, hoy día estamos comentándolo. Y eso no es una labor de uno o de unos pocos, sino del colectivo nuestro, pero también del Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, que remitió la iniciativa.
Entonces, yo, valorando todas las intervenciones a favor del referido proyecto, ciertamente me sumo a él, porque lo empujamos junto con muchas otras personas -creo que la mayoría de quienes estamos acá, si no todos-, para nivelar una cancha que estaba dispareja respecto a profesionales o técnicos que prestan una labor muy importante pero que no está reconocida de manera institucionalmente clara, adscrita al sector público.
Quiero decirlo, pues de lo contrario queda la sensación de que todos somos magnánimos a ese respecto.
Y ahí yo tengo una diferencia.
Sin duda, todos vamos a apoyar esta iniciativa. Pero la idea es respaldar el conjunto de reformas educacionales que apuntan en la misma dirección.
Porque esta mesa tiene muchas patas. Y la que se nos estaba quedando afuera era la de los asistentes de la educación.
Entonces, quiero reiterar que no basta apoyar a los asistentes de la educación cuando no se quiere poner fin al lucro, cuando no se desea terminar con el copago o cuando no se cree en la gratuidad de la educación superior.
Por eso, aun comprendiendo que el asunto puede plantearse tal vez un poco a destiempo, ello me pareció importante, porque son tantos los que están escuchando el debate, los que siguen de cerca lo que decimos, que es buena una coherencia integral, holística, de todo lo que hacemos en educación, y no solo respecto de algo que puede ser fundamental, pero que no alcanza a abarcar toda la película.
En consecuencia, voto a favor, ciertamente, pero, sobre todo, valoro el esfuerzo.
Y a acelerar ahora el tranco, para que el proyecto anunciado por el Gobierno e ingresado sea ley lo antes posible.
Muchas gracias.
)-----------------(
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Aprovecho para saludar al señor Virginio Hernández, representante de los trabajadores de los departamentos de Educación de la provincia de Arauco, y al señor Cristián Figueroa, de Penco, vocero de la directiva nacional de los departamentos de Administración de Educación Municipal (DAEM) y los departamentos de Educación Municipal (DEM).
)------------------(
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Puede intervenir el Honorable señor Pizarro.
El señor PIZARRO.- Señor Presidente, había solicitado la palabra para ver cómo íbamos a tratar el artículo 25, pero advierto que ya se decidió hacerlo por separado, lo que encuentro muy bien.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Harboe.


El señor HARBOE.- Señor Presidente, estaba conversando con la señora Subsecretaria y la señora Ministra acerca de un par de aspectos relevantes, relativos a hacernos cargo de ciertas particularidades.
Creo que estamos en presencia de una reforma muy interesante y significativa. La gradualidad siempre es una buena compañera para que las políticas públicas salgan de manera adecuada. A lo mejor, a algunos nos hubiera gustado ir más rápido. Lamentablemente, eso no es posible.
Mas juzgo relevante contemplar en el proceso ciertas realidades especiales. No es casualidad que la Presidenta Bachelet y el Congreso, en las aprobaciones sucesivas de las leyes de Presupuestos, hayamos considerado ciertos territorios en condición rezagada. Es decir, se trata de zonas con un problema estructural en cuanto a su desarrollo, a inversiones, a oportunidades laborales. Por lo tanto, se establece una discriminación positiva al respecto, tanto desde el punto de vista presupuestario como de la definición de políticas públicas.
Ese es el caso del valle del Itata, en la Región de Ñuble, y el de la provincia de Arauco, en la Región del Biobío -esta última concentra tres de los diez municipios más pobres del país-, que albergan un conjunto de ciudadanos que hoy día cumplen labores muy importantes en las direcciones de Educación Municipal.
Lo digo porque, cuando se plantea la posibilidad de establecer un sistema de reconversión o de inserción de alguno de los funcionarios dentro de los servicios locales, estimo tremendamente relevante hacernos cargo de esta realidad especial. No es lo mismo, en efecto, que quede sin empleo personal de los DAEM de la Región Metropolitana o de la Región de Valparaíso, o incluso de un área urbana, a que les ocurra otro tanto a quienes viven en una de esas otras zonas, donde no hay una alternativa laboral y la inversión privada y los puestos de trabajo son escasos. Los que han trabajado durante muchos años en direcciones de Educación Municipal de comunas rezagadas cuentan con una determinada experticia y han desarrollado una carrera funcionaria al servicio de esta área, y al salir de ahí no tienen dónde insertarse ni una opción de incorporarse al sistema particular u otra labor.
Con la señora Ministra y la señora Subsecretaria justamente estábamos abordando la posibilidad de establecer normas especiales para las zonas de rezago; para cientos de funcionarios que cumplen una función muy abnegada en las entidades mencionadas, a fin de hacernos cargo de esta realidad, porque, de lo contrario, esa gente enfrentará el desempleo. No hay una alternativa para su labor actual.
Por eso es que valoro que en el Senado se hayan incorporado normas que permitirán que un porcentaje de estos trabajadores sigan prestando funciones en los municipios, por ejemplo. Mas será preciso analizar caso a caso.
Y, por lo mismo, resulta tremendamente relevante que en el proyecto también quede consignado el elemento de la diferenciación de los territorios rezagados, para que, con la excusa de modernizar, de una buena reforma de la educación, no haya un conjunto de ciudadanos sin ocupación en las comunas de rezago.
Entonces, apoyo el proyecto, que es muy importante sacar adelante, pero creo que también es preciso hacerse cargo de esa realidad.
Y un segundo punto, señor Presidente, completamente distinto, tiene que ver con sustentar lo planteado por el señor Ministro Secretario General de la Presidencia respecto del artículo que vamos a discutir a continuación.
Cuando se observan los trámites legislativos, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, y también la jurisprudencia, se advierte que las normas relativas a la organización y al funcionamiento no han sido calificadas hoy día con el carácter de orgánicas constitucionales. Pienso que ello resulta tremendamente importante.
La cuestión, más allá de si hay un voto más o un voto menos, se vincula con el precedente. El Senado históricamente ha mantenido una coherencia en la materia y sería una mala señal que, por el solo hecho de que no estuviéramos de acuerdo con determinado artículo, se alterara un criterio con consecuencias posteriores respecto de otros proyectos.
Por eso,...
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Se agotó su tiempo, Su Señoría, de modo que puede redondear la idea.
El señor HARBOE.- Iba a decir que es importante recalificar solo el artículo 25, tal como lo expuso el señor Ministro.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Puede intervenir el Honorable señor Letelier.


El señor LETELIER.- Señor Presidente, estimados colegas, entiendo que estamos viendo varias materias a la vez.
Deseo sumarme a las reflexiones del Senador señor Lagos. Cabe recordar que en un momento de nuestra historia discutimos en el Congreso la existencia de un estatuto especial para los trabajadores a los cuales se ha hecho referencia, llamados antes "no docentes" y ahora "asistentes de la educación". Fue aprobado en la Cámara de Diputados, en su momento, y llegó muchos años atrás a esta Corporación, donde fue rechazado, entre otras razones, porque las bancas de enfrente declaraban estar absolutamente en contra de la existencia de normativas especiales para más personal que cumpliera una función pública.
Un Senador de entonces que fue después Presidente de la República y que aspira en este momento a serlo nuevamente...
El señor PROKURICA.- ¡Y lo será!
El señor LETELIER.-... manifestó su completa oposición -ello se encuentra en la Versión Oficial- a la existencia de un estatuto de "trabajadores no docentes", como se decía en ese tiempo.
Lo bueno de la democracia es que la gente puede cambiar de opinión con el tiempo, con argumentos. Y considero muy importante que un texto de esa índole sea ley cuanto antes; que volvamos a una discusión significativa. Las características de los asistentes de la educación se tornaron distintas con posterioridad. Antes no era un conjunto de administrativos, auxiliares y profesionales, que es la realidad de hoy. El articulado va a requerir un tipo de obligación muy a fondo. Y muchos de nosotros lo esperamos con ansia, porque sabemos que es una conquista, sobre todo, de los dirigentes, quienes han luchado a lo largo de todo el país para que exista.
A mí me hubiera gustado sacarlo incluido en la ley en proyecto, pero lo importante es que con la directiva nacional tenemos un compromiso escrito en el sentido de materializarlo.
Reitero que ese no es un mérito de ninguno de los presentes en la Sala, sino de los dirigentes, que conocen la realidad de estos trabajadores; que se han esforzado desde hace tiempo para no ser parte del botín político, de los ciclos de las elecciones, y que en muchas ocasiones se ven en una situación de vulnerabilidad. Ello dice relación con todos los sectores políticos.
Creo que una de las grandes virtudes de la iniciativa es que el ciclo de la educación se separa de los ciclos legítimos de las elecciones de autoridades locales y que se va a hacer justicia a los asistentes de la educación, en particular, que son los más vulnerables, muchas veces, y se hallan en condiciones precarias.
Respecto de las otras materias en debate: la transición y los fenómenos que se presentarán con los departamentos de Educación, se discute acerca de cuál es el papel de quien va a encabezar los servicios locales -el director ejecutivo- y la situación de los establecimientos. Ese es un análisis muy de fondo y hay un cambio de paradigma. Esperamos que se logre un proceso de evaluación de cómo se avanza en el rol de dichos servicios.
Nos gustaría que se lograra compatibilizar la administración descentralizada con lo más importante, cual es lo que pasa en el establecimiento y el aula, y que no se perdiese la libertad de los profesores, en un marco determinado por la Ley General de Educación, para desplegar la creatividad necesaria. Con el proyecto cambiará el sentido de la jornada escolar completa, de cómo se usarán las horas para ese fin.
A nuestro juicio, es muy importante la reducción del número de alumnos por sala de clase, pero también que exista de parte del director ejecutivo, quien cumplirá un rol con el equipo colegiado, una vinculación que garantice que los establecimientos podrán desplegar su creatividad y que los servicios locales serán un apoyo, un respaldo, para tal efecto.
Es algo que veremos en la transición.
Estamos convencidos de que el proyecto...
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Se agotó su tiempo, Su Señoría.
Tiene la palabra el Honorable señor Pérez Varela.


El señor PÉREZ VARELA.- Señor Presidente, cuando se discute una nueva institucionalidad, respecto de la cual media el legítimo derecho a criticar, a exponer aprensiones, a mí me parece que no cabe desligarla mucho de la realidad.
Quisiera hacer referencia a dos aspectos mencionados aquí, sin que haya habido respuesta ni de quienes son partidarios a fondo de la reforma ni del Gobierno.
Uno de ellos es la absoluta indefensión en que quedan los trabajadores de los departamentos de Educación Municipal. Todo este sector sabe que pueden quedar sin empleo al menos cuatro mil, que no solo corresponden a las zonas de rezago, sino también al conjunto de las comunas del país.
Entonces, la reforma puede ser muy buena, pero no puede desligarse de algo esencial y que afecta a personas que hoy día realizan una significativa labor de servicio a la educación. Resulta esencial avanzar en una respuesta.
Por eso, nos hemos abstenido o votamos en contra, entre otras razones, por la situación en que quedarían estos funcionarios.
Es una buena noticia, como aquí se ha dicho, que el Gobierno presentara, bajo la presión ejercida, el estatuto para los asistentes de la educación.
Podrán vanagloriarse todo lo que quieran, pero en las administraciones anteriores no concretaron iniciativas de esta naturaleza. Hoy día, a cinco meses del término del período, plantean un texto que tenemos que analizar en su mérito para ver si verdaderamente responde en forma adecuada a los intereses, los anhelos y las realidades de miles de personas que cumplen una función fundamental y vital en cada uno de los establecimientos de educación municipal.
Un tercer elemento, frente a la institucionalidad que se crea, es que tampoco hemos escuchado una respuesta en cuanto al financiamiento. Porque en la nueva educación pública no hay una modificación en la materia.
Se han manifestado muchas críticas. Los municipios aportan cifras realmente significativas. Escuché que alguien hacía referencia a alrededor de 800 millones de dólares. Ni el Ministerio de Educación ni quienes han hecho uso de la palabra para respaldar la reforma han precisado cuál será la fórmula para que en la educación pública, que continuará con el mismo sistema de financiamiento, se dote con esos recursos a la nueva institucionalidad.
Por lo tanto, es fundamental, sin duda, andar lento y pasar por un proceso de transición, que algunos podrán considerar excesivo, para ver los efectos en las personas, en el financiamiento de la educación y en la administración general, puesto que lo planteado como una nueva institucionalidad, en definitiva -otros mencionan un "nuevo sistema de educación pública", una "nueva educación pública"-, es bastante engorroso y conflictivo, por decir lo menos, y no ha sido probado en ninguna parte.
Pero es preciso expresar sin ambages que se requiere una respuesta con relación a los asuntos a nuestro juicio fundamentales, prioritarios: la situación de los funcionarios de los departamentos de Educación Municipal y del financiamiento de la educación, ya que no vamos a encontrar ningún municipio dispuesto a pasar los recursos que entrega a esas dependencias o a las corporaciones. Ello, además de ver cómo llegó el proyecto sobre los asistentes de la educación, noticia que hemos conocido hoy día. Mientras eso no se aclare, y en tanto no estemos de acuerdo y no se haya avanzado, resulta muy difícil apoyar entusiastamente la reforma, que estimo que traerá más dificultades que beneficios.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Puede intervenir el Honorable señor Montes.


El señor MONTES.- Señor Presidente, para el Senador que habla, el tema es tremendamente importante. Creo que es de aquellos que dan más sentido a encontrarse en esta Corporación.
Hace 37 años se nos impuso un mal sistema educacional, que ha perjudicado y afectado a muchos jóvenes. Ha sido cruel con los niños. La base de la desigualdad en Chile tiene que ver con la insuficiencia de la educación pública, que ha ido disminuyendo sus condiciones.
Durante 19 años, en la centroizquierda fuimos pusilánimes y no nos pusimos de acuerdo. Y ahora coincidimos, por primera vez en 37 años, respecto de un modelo alternativo al actual. Lo valoro mucho. Me parece lo más importante en la decisión que estamos tomando. Es realmente muy significativo.
Quiero pedirle a mi Honorable colega Allamand que no distorsione las cosas. Estoy por acuerdos de fondo, y lo sabe muy bien. Lamento que su sector no se abriera a discutir un nuevo sistema global de organización. Muchas veces lo señalamos.
Lo anterior, incluso sobre la base del proyecto de Sebastián Piñera, que no era bueno, pero contemplaba una idea distinta de la que ustedes han defendido acá, porque se reconocían las limitaciones y problemas de los municipios.
En verdad, no es cuestión de que uno esté o no con los acuerdos, sino de cuál se trata. A mí no me gustó el del Gobierno, porque lo encontré muy puntual y limitado, y daba para discutir algo más sustantivo.
Estimo que no se ha considerado con justicia -incluyo al Senador señor Pizarro- la gradualidad. Siempre hemos sido partidarios de ella, pero no de cualquiera.
El Gobierno propuso un proyecto con un solo servicio. Nosotros dijimos: "¡No! Tienen que ser más. Si no, no vamos a apoyarlo".
Gracias a la Presidenta de la República, hoy día tenemos cuatro.
Por nuestra parte, queríamos siete, o sea, comenzar con alrededor del diez por ciento. La reforma procesal penal partió con ocho o nueve por ciento en su gradualidad.
Nosotros hemos contado con cuatro años. Reconozco que no estuvimos preparados para llegar en las mejores condiciones a un cambio tan sustantivo y fundamental.
Por eso, manifestamos dolor y cierta bronca, porque los que han sido responsables tienen que asumir la situación frente al país.
Discutimos la cuestión desde 2014 en adelante. Si queríamos llevar a cabo la reforma, tendríamos que haber partido por ella. Y si no lo hicimos, debiéramos haber ido creando las condiciones, en la política, en los colegios, en el Ministerio, para poder realizar un cambio de esta envergadura.
Creo que la gradualidad es muy importante en esta materia, pero no cualquier gradualidad. Depende de cómo la entendamos. Sin embargo, es verdad que no insistimos más en ello, porque no estábamos en condiciones de hacerlo.
Por otro lado, le hago presente al colega Allamand, particularmente -porque la Senadora Von Baer siempre ha sostenido otra visión-, que aquí estamos jugándonos por una idea distinta de educación. Y su sector lo sabe bien. Por lo mismo, ¡no tiene sentido lo que han planteado!
Las bancas de enfrente votaron a favor parte de nuestras indicaciones: las que ponían al establecimiento educacional en el centro del sistema; las que fijaban un límite de 35 alumnos por curso; las que redefinían los fines de la educación; las que obligaban a considerar la especificidad de los niños y sus características concretas, en lugar de continuar rindiendo pruebas estandarizadas.
¡La idea es salirnos de una camisa de fuerza!
¡Eso es lo que planteamos: otro concepto de educación!
Postulamos que los profesores sean formadores y no simples preparadores para pruebas como el SIMCE u otras.
Ahora estamos terminando con esto.
Pienso que tienen que reconocer, al menos, que hicimos un gran esfuerzo. La concreción de esto va a depender del próximo Gobierno, sin duda.
Si quieren seguir con el mismo concepto de educación, que se basaba en la aplicación de 17 pruebas, que contaba con un sistema de semáforos -¡era lo más absurdo que podía haber!-, que obedecía a otra forma de entender la educación, bueno, ¡podrán hacerlo! Ello dependerá de quién administre este país.
¡Por eso es muy malo para Chile que gobierne la Derecha: por su visión de la educación!
Termino diciéndole una cosa a la Ministra de Educación y a su Ministerio: es fundamental dejar parados en marzo al menos los cuatro Servicios Locales referidos. Resulta muy importante, en los meses que quedan, crear con mucha energía una fuerza por los cambios. A partir de este proyecto, ¡urge potenciar todo eso!
Constituye una responsabilidad histórica del actual Ministerio dejar sentadas las bases del nuevo modelo, el cual superará al mal sistema que rige actualmente, que nos impuso una dictadura y que hoy una parte de la Derecha defiende con pasión.
Gracias a Harald Beyer, el Gobierno anterior presentó otra alternativa para reorganizar la educación. Pero se les olvidó.
El proyecto en estudio, señor Presidente, es tremendamente importante para el tipo de sociedad que estamos construyendo.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Quiero recordarle a la Sala que está programado un homenaje a las 6 de la tarde.
Hay dos Senadores inscritos y quedan dos votaciones pendientes.
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El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Aprovecho de saludar a dos alcaldes que nos acompañan hoy día: al de Cerro Navia, don Mauro Tamayo, y al de Lo Prado, don Maximiliano Ríos.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
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El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Allamand.


El señor ALLAMAND.- Señor Presidente, en verdad, las expresiones del Senador Montes, quien me ha aludido, son particularmente importantes para este debate.
Yo reconozco en el colega una verdadera pasión y vocación por la educación. Por tanto, me parece muy relevante lo que recién ha sostenido.
Por ejemplo, manifestó que en treinta y siete años no hubo de parte de las bancadas de enfrente -entiendo que él se refiere a ellas- un pensamiento único respecto del tema educacional. También señaló que en tal período su sector fue verdaderamente pusilánime en esa materia.
Señor Presidente, quiero hacer un aporte constructivo a partir de dos elementos.
El primero es que, finalmente, se ha reconocido que el acuerdo alcanzado se va a cumplir y honrar. Todo lo demás sobra. Y si mi intervención anterior sirvió para eso, ¡estupendo!
Al mismo tiempo, creo que hacia delante el Parlamento debe realizar un esfuerzo para generar convergencias sustantivas en el futuro de la educación chilena. No vamos a ser capaces de superar las falencias existentes en los distintos ámbitos de nuestro sistema educativo si no hacemos un verdadero esfuerzo por acercar posiciones.
Contrariamente a lo que piensa el Senador Montes, muchas de las diferencias que existen entre Gobierno y Oposición en este ámbito tienen que ver más con los aspectos de organización del sistema que con la visión de fondo sobre la educación y lo que debe ocurrir en el aula.
Pero, para enfrentar ese debate, señor Presidente, es muy importante no hacer tabla rasa de la propia historia. Porque el Senador Montes insiste una y otra vez en que aquí ¡se les impuso un sistema educacional! ¡Y ahí viene una especie de letanía!
¿No faltará un poco de autocrítica en ese punto?
Fíjense en una cosa: hace veintisiete años que estamos en democracia y, salvo en cuatro, en ese lapso gobernó la Concertación o la Nueva Mayoría.
El Senador Montes se queja del financiamiento compartido en educación: ¡pero si lo impuso el Gobierno de la Concertación el año 1993!
Se queja también del lucro: ¡ningún gobierno hizo más por el lucro en la educación particular subvencionada que los de la Concertación! ¿O ustedes ya se olvidaron de que durante las Administraciones de los Presidentes Frei y Lagos les regalaron a los colegios particulares subvencionados los fondos necesarios para ampliar sus instalaciones, las mismas que hoy día les quieren comprar?
En efecto, han sido tan incoherentes que primero les dieron la plata a los que lucraban con la educación y ahora quieren adquirir aquello que ustedes mismos les regalaron.
El señor NAVARRO.- ¡Muy bien! ¡Así es!
El señor ALLAMAND.- Entonces, la verdad es que uno esperaría un poquitito más de modestia.
A propósito de las pruebas estandarizadas, el Senador Montes exclamó: "¡Diecisiete pruebas estandarizadas!". ¿Y quién las impuso?
El señor MONTES.- ¡Ustedes!
El señor ALLAMAND.- ¡Por favor! ¡El volumen de las pruebas SIMCE lo impusieron los Gobiernos de la Concertación!
El señor MONTES.- ¡No!
El señor ALLAMAND.- Les hago una pregunta: ¿cuándo descubrieron ustedes que la educación municipal no funcionaba? Se los voy a recordar: la primera vez que hablaron de eso fue al final del primer Gobierno de la Presidenta Bachelet. ¡Y ni siquiera estaba en su programa!
¿Cuándo les cayó la teja? ¿Cuánto tiempo necesitaron para darse cuenta de que ese sistema no andaba bien?
Entonces, les pido...
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Diríjase a la Mesa, señor Senador.
El señor ALLAMAND.- Lo único que les pido -por su intermedio, señor Presidente- es que nos cuenten cuándo les cayó la teja.
¿Saben lo que pasa? No se puede ser tan atrabiliario con la propia historia, porque la evidencia es demasiado fuerte.
Los errores que ustedes le imputan a la dictadura ¡son sus errores, señores! ¡Son los errores que ustedes mantuvieron y ampliaron en muchos casos!
Pero los invito a algo más constructivo: pensemos hacia delante -le quedan pocos meses a este Gobierno- en cómo converger para darles a los jóvenes de Chile la educación que se merecen.
Y tengan un poquito más de humildad, porque los resultados que ustedes han obtenido y las políticas que ustedes han aprobado son las que ustedes mismos critican.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Guillier.


El señor GUILLIER.- Señor Presidente, me parece interesante este debate.
Siempre hay que tener autocrítica y no hay que avergonzarse de los errores, si estos se corrigen.
Creo que hoy día estamos efectuando una interesantísima discusión. Hemos devuelto a la educación el carácter de ser un derecho de todos los ciudadanos. Y será un deber del Estado asegurar el acceso a la educación a todas las niñas, los niños y jóvenes de Chile, en la medida que demuestren, por cierto, un mínimo talento, esfuerzo, esmero y dedicación.
En tal sentido, quizá hay razón en la crítica que se ha planteado: la educación pública debió ser el primer debate en nuestra agenda de reformas. Pero el asunto está instalado ahora y tenemos que sacarlo adelante a partir del principio del derecho a la educación.
En este momento estamos analizando una materia particular, la relativa a los Servicios Locales de Educación, entendiendo que se ha vuelto a articular un sistema que se había desintegrado.
Además, se propone trabajar con más fuerza en los proyectos educativos, para lo cual se dispone combinar criterios nacionales de desarrollo para entrar al siglo XXI con la realidad de los alumnos en el aquí y el ahora a través de los distintos territorios de nuestro país.
También se plantea una especial preocupación por las regiones extremas y de rezago. Se busca apoyarlas y darles más asistencia para enfrentar el desafío de impulsar procesos de educación de mayor calidad y universalidad para todos los alumnos en Chile.
Asimismo, es interesante redefinir los fines de la educación.
En tal sentido, es verdad que habíamos segmentado la educación, concentrándola demasiado en objetivos muy particulares, como el aprendizaje de contenidos en las áreas de matemática y lenguaje. Hoy hemos vuelto claramente al concepto de la formación integral y, al mismo tiempo, a la necesidad de que la educación se comprometa con la promoción de los valores democráticos en los alumnos, del pensamiento crítico y, además, del sentido de comunidad, pluralismo y diversidad.
Por consiguiente, más allá de las responsabilidades que nos corresponden y de los errores que hayamos cometido en el camino, lo cierto es que hemos logrado hoy día centrar el debate en la educación pública.
Insisto: este debió ser el primer proyecto. Ello nos habría simplificado quizá varias discusiones.
A mi juicio, vamos en un buen camino.
Me parece que un acuerdo en estas materias va a consolidar con más fuerza este proceso que, por supuesto -todos coincidimos-, debe tener una gradualidad. Esperemos que no se desvirtúe en el camino la coherencia de la iniciativa y que tampoco se eternice el proceso de gradualidad.
Pero, evidentemente, este Gobierno debe dar señales y partir, dentro de su mandato, con algunos traspasos de servicios locales para comenzar esta transición, en la que espero que todos contribuyamos, basados en el principio de la buena fe y de querer llegar realmente a un servicio de educación pública gratuito, de calidad y, sobre todo, integrador de la sociedad chilena, y que se haga cargo de los errores cometidos.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor De Urresti.
Les pido, por favor, que acoten las intervenciones.


El señor DE URRESTI.- Señor Presidente, independiente de la tabla que tenemos, creo que no se pueden coartar las intervenciones, porque hemos escuchado acá algunas opiniones que son bastante surrealistas o bastante oportunistas, si pudiéramos calificarlas con mayor precisión.
Me alegro enormemente de que en el Senado exista hoy día la oportunidad de discutir sobre un nuevo sistema de educación pública.
Me he dado la tarea de revisar las intervenciones de algunos colegas que llevan en el Senado más tiempo que yo, y puedo decirles con claridad que la discusión que dimos al oponernos a la LGE es coherente con lo que hoy día sostenemos.
Y aquellos que se resistían y simplemente querían fortalecer el sistema de lucro, un sistema absolutamente individualista y respecto del cual ellos se sentían muy contentos -no falto a la verdad al señalar que el candidato del sector de las bancadas de enfrente señalaba que la educación era un bien de consumo; hay una concepción ideológica para mirar en esa perspectiva-, obviamente, no estaban de acuerdo con un cambio profundo en materia de educación.
Comparto y valoro lo que ha señalado el Senador Montes: este proyecto debió haber inaugurado la agenda de transformación de educación de nuestro Gobierno. ¡No ocurrió así! Pero estamos acá.
Y tengan la certeza -y es bueno que lo sepan también quienes nos escuchan y quienes siguen esta discusión-: va a quedar aprobada la iniciativa. Y no obstante toda esa línea neoliberal, en que muchos pretenden retrotraer las transformaciones que se están llevando a cabo, no van a poder reemplazarlas, pues se viene un cambio profundo al terminar con el lucro y al avanzar en la gratuidad en la educación.
¡En eso no habrá retroceso!
Dicho cambio será el orgullo de este Gobierno y de la Presidenta Bachelet. Muchos han tratado de ignorarlas, pero las transformaciones que ella ha impulsado, principalmente aquella que hoy se va a aprobar, no les quepa duda, serán imperecederas, al establecer un modelo de nueva educación pública.
Y no faltemos a la verdad respecto a la ausencia de voluntad. Que en su momento se necesitó más impulso, ¡claro! Pero no nos olvidemos -por su intermedio, señor Presidente, le aclaro al Senador Allamand- que nunca tuvimos la mayoría suficiente, principalmente en el Senado, para hacer estas trasformaciones. ¡Nunca la tuvimos!
El señor ALLAMAND.- ¡No es verdad!
El señor DE URRESTI.- ¡Nunca la tuvimos! Porque ustedes avalaban, y con muchas ganas, y con muchos aplausos, a los Senadores designados.
¡Tuvimos aquí una bancada militar! Y ustedes avalaron, apoyaron -y se sentaban en su sector- a los excomandantes en jefe.
¡Hagamos historia respecto de lo que aquí ha sucedido!
Entonces, cuando hoy día queremos vestirnos con este ropaje de cambio es precisamente porque ha habido un Gobierno con una convicción para hacerlo; ha habido una Presidenta que lo ha impulsado.
Y no les quepa duda de que quedará en la historia lo realizado por la Presidenta: las transformaciones en materia de gratuidad, de nueva educación pública, de fin del lucro.
Me siento orgulloso de lo que ha podido impulsar este Gobierno. ¿Con defectos? ¡Sí, con defectos! ¿Con gradualidad? Hay que hacerla como corresponde.
Hemos avanzado. Y hoy día, gracias a una decisión de la Presidenta, vamos a tener los cuatro servicios locales, con todo el respeto a los funcionarios.
En tal sentido, me parece muy bien la preocupación de los Senadores Harboe y Pérez Varela, quienes se refirieron a la importancia de aquellos trabajadores que pueden quedar desvinculados. Es necesario un procedimiento para resguardarlos, particularmente en aquellas zonas de rezago, donde es difícil la situación laboral.
¡Ahí estaremos!
¡Y lo mismo señalo respecto de los asistentes de la educación!
Sería interesante que la prensa investigara y revisara las intervenciones en cuanto a cuál era la posición ideológica acerca de ese importante sector de trabajadores, que contarán con un estatuto. Les recuerdo que la Presidenta ha remitido el proyecto pertinente.
Pero, ¡por favor!, en las indicaciones, en las intervenciones de muchos de los que hoy día están presentes acá y que apoyan esta iniciativa estaba el absoluto desconocimiento a ellos en su condición de trabajadores con derecho a un estatuto especial.
Por lo expuesto, apoyamos las normas en votación.
El recuerdo de la Presidenta será imperecedero en materia de transformación hacia el establecimiento de la nueva educación pública.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Navarro.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, cuando discutimos un proyecto de esta envergadura, recuerdo la Ley de Educación Primaria Obligatoria, de 1920.
La Derecha, republicana de ese tiempo, agraria, decía: "¡Los campos van a quedar vacíos! ¡Nadie va a trabajar la tierra! ¡Va a haber un desastre económico!". Y se opuso la Derecha histórica en ese entonces a la educación primaria obligatoria, a los cuatro años básicos para que el pueblo se educara.
Hoy día lo que buscamos es terminar con una fracasada municipalización, que se extendió en el tiempo con el consentimiento no solo de la Derecha, sino también de la Concertación.
¡Digámoslo francamente: la histórica foto de las manitos alzadas en La Moneda! ¡La más cínica foto en toda la historia política de Chile!
¡Al día siguiente no había acuerdo sobre el tema de la educación!
Porque, como he mencionado, la educación no es un problema de pedagogía, ¡es un problema de ideología! ¡Ideología! Y la Derecha le teme a la ideología, al debate de ideas, a que nazcan nuevos pensamientos.
Por lo tanto, no era posible ese acuerdo en educación.
Lo dijimos en su oportunidad: "Esta foto va a ser un fracaso". Y sostuvimos que aquellos que alzaron las manos en ese momento hasta el día de hoy se iban a arrepentir. Y ahí estuvieron los partidos de Derecha (la UDI, Renovación Nacional) y todos los de la Concertación. Porque sobre el tema educacional no iba a existir un acuerdo, pues ahí está la base, ¡la base!, de la formación política y social de todos los chilenos.
Solo quiero decir en esta ocasión, cuando intentamos terminar con la municipalización, que yo al menos -y lo digo con orgullo, porque jamás he renegado de mis 26 años de militancia en el Partido Socialista- perdí este debate en el Partido Socialista. Nos ganaron los municipales: Escalona y el alcalde de El Bosque. Perdimos. Dijimos en su momento: "¡Fracasó la municipalización! ¡Hay que devolver la educación al Estado!". ¿Y qué pasó en el Comité Central? Ganó la idea de mantener la municipalización.
¡Eso fue lo que ocurrió!
El señor MOREIRA.- ¡Ah...!
El señor CHAHUÁN.- ¡Ah...!
El señor NAVARRO.- ¡Eso fue lo que sucedió! Porque dimos un debate muy duro en torno a la fracasada municipalización...
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Le pido al señor Senador que se dirija a la Mesa.
El señor NAVARRO.- Señor Presidente -por su intermedio-, dimos ese debate político.
La educación municipal fracasó desde su inicio. Los alcaldes abandonaron la educación. Y el Estado perdió un rol fundamental, que es generar las condiciones para terminar con la desigualdad, como aquí se ha dicho. En la educación está la base de ello.
En los liceos con número los alcaldes han implantado un régimen de terror. Además, existe un sistema de pago por asistencia, falseada la mayoría de las veces. A contrario sensu, en el caso de los colegios particulares subvencionados hasta el día de hoy -la Ministra me dirá si me equivoco- les efectúan adelantos a las corporaciones, como a la Corporación de Estudio de la Cámara de la Producción y del Comercio de Concepción, que hoy día tiene a todos los colegios en huelga. Así, en marzo les pasan el 70 por ciento, cinco mil millones, y los ponen en acciones en el mercado financiero. Eso es lo que hace la Cámara de la Producción y del Comercio de Concepción, con sus profesores en huelga hoy, ¡hoy!, martes 12 de septiembre.
La Derecha también propició aquello, porque son los que administran la mayoría de estas corporaciones.
Aquí tratamos de salvar un error colectivo, claramente un error colectivo.
Me preocupa que el debate sea sobre la recriminación de quién tiene más la culpa por el funcionamiento del modelo que estamos aprobando. Y la verdad es que cuatro de setenta, señora Ministra, es un número completamente insuficiente para que el cambio se visualice.
En tal sentido, espero que el próximo Gobierno -por cierto, queremos ser parte de él, desde La Moneda, porque para eso estamos compitiendo por la Presidencia de Chile- logre consolidar una educación pública que otorgue igualdad y garantías para que cualquier hijo de obrero pueda llegar a ocupar la Primera Magistratura, para que cualquier chileno, independientemente de su condición social, pueda tener ascenso social en la vida.
Eso es lo que queremos garantizar con esta reforma, fortaleciendo la educación pública.
La mayoría de nuestros hijos están en la educación particular privada. Digámoslo francamente. No creo que ningún Senador o Diputado tenga a alguno de sus hijos en la educación pública. Eso no ocurre, y es el reconocimiento más profundo del fracaso en materia de educación pública. Por tanto, tenemos que fortalecerla. No lo hicimos antes -partimos con la gratuidad: bien-, pero lo estamos haciendo ahora.
¿Me da un minuto más para terminar, señor Presidente?
Gracias.
Bueno, la recriminación va a ir por lado y lado.
Los directores fueron apernados por la Derecha. No querían cambio de directores, de los líderes de los establecimientos educacionales, porque señalaban que iba a haber persecución política.
Se han cometido errores por lado y lado. Lo que yo no quiero es que cometamos el error de hacer una reforma que no funcione, que nos deje tranquilos parcial y momentáneamente en nuestras conciencias, y que al final llegue alguien y la cambie.
¡Eso lo vamos a impedir!
Estamos aprobando un proyecto de ley para cambiar la educación pública en Chile, para quitársela a los municipios, el cual vamos a defender y a mejorar.
Ese es el objetivo de hoy, el que, por tanto, es un día histórico.
No son 38 años. Desde hacía mucho tiempo que los estudiantes de Chile, los padres y apoderados, la gente humilde, los trabajadores, esperaban una educación pública de calidad, como es la que espero que la reforma que estamos aprobando logre de manera definitiva.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Larraín.


El señor LARRAÍN.- Señor Presidente, seré muy breve.
Lo que pasa es que me ha motivado mucho oír con tanto entusiasmo a mis queridos amigos de la Nueva Mayoría, que han hablado con el entusiasmo de quienes fueron elegidos con una inmensa mayoría, con mayoría absoluta en ambas Cámaras, con una Presidenta que obtuvo más del 62 por ciento de los votos.
¿Qué han impulsado con esas mayorías? Todas las reformas que han querido: la reforma tributaria, la reforma laboral, y han cambiado la educación en todo lo que han deseado.
Yo me pregunto qué ocurre que, al final de este proceso maravilloso, histórico, transformador, tienen una Nueva Mayoría dividida, con sus integrantes peleados como el perro y el gato.
No han sido capaces de ponerse de acuerdo en un candidato. Las reformas que han impulsado son objeto del rechazo más absoluto de la ciudadanía. Y, para más remate, llegan sin posibilidad alguna de ganar la próxima elección.
Por eso, yo me pregunto qué pasa con esta histórica transformación de la Nueva Mayoría.
Gracias, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba el grupo de normas orgánicas constitucionales (23 votos a favor y 12 en contra), dejándose constancia de que se cumple el quorum constitucional exigido.
Votaronpor la afirmativa las señoras Allende, Goic, Muñoz y Lily Pérez y los señores Araya, Bianchi, De Urresti, Girardi, Guillier, Harboe, Horvath, Lagos, Letelier, Matta, Montes, Navarro, Pizarro, Quintana, Quinteros, Tuma, Ignacio Walker, Patricio Walker y Andrés Zaldívar.
Votaron por la negativa las señoras Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Allamand, Chahuán, Coloma, García, García-Huidobro, Hernán Larraín, Moreira, Ossandón, Pérez Varela y Prokurica.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Les recuerdo a los señores Ministros y a todos los presentes que en el Senado está prohibido realizar manifestaciones.
A continuación, se pondrá en votación el artículo 25, que la Mesa declara como de quorum simple. Así lo consideraron también la Cámara de Diputados y la Comisión de Educación del Senado. Solo nuestra Comisión de Hacienda determinó que era de quorum especial.
Sin embargo, revisados los antecedentes, he resuelto que es, como acabo de señalar, de quorum simple.
En votación.
--(Durante la votación).
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra, para fundar el voto, el Senador señor Lagos.


El señor LAGOS.- Señor Presidente, ciertamente, votaré a favor de esta disposición, pero acá ha habido intervenciones que generan un estímulo. Otros habrían dicho que son una provocación. Son provocaciones. Está bien. Yo las entiendo. No voy a mencionar a nadie, para no darle el derecho a réplica, pero veo que algunos Senadores del Maule y otros que han deambulado por Valdivia y que ahora representan a Santiago tienen una capacidad de provocar bien notable.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- ¡No me mencione a mí, pues...!
El señor LAGOS.- ¡No me refiero a usted, señor Presidente, aunque en más de alguna oportunidad también ha tenido que ser objeto de alguna réplica...!
Escuché atentamente la intervención del Senador Carlos Montes, quien habló con bastante sinceridad, diría yo. Fue autocrítico cuando expresó: "Miren, hay un sector de la centroizquierda que tal vez empujó con más fuerza algunas cosas".
Sin embargo, otros señores Senadores han tratado de indicar irónicamente todas nuestras contradicciones. Y creo que eso hay que responderlo, porque todo lo que expresan se dio en un contexto de veinte años -los mejores de la historia republicana de Chile, debo decir; el 10 por ciento de la historia de nuestro país: veinte de doscientos años-, en los cuales se mejoró todo en Chile dentro de lo que se podía hacer, dentro de nuestras incoherencias, dentro de nuestras falencias de gestión, dentro de nuestras diferencias, y dentro de los amarres que ustedes celebraron y aplaudieron permanentemente. Porque si no fue un amarre tener a un 44 por ciento de los chilenos bajo la línea de pobreza el año 90, no sé lo que es.
¿Qué es un amarre? ¡Un ejercicio de enlace y un "boinazo"!
¿Qué no es un amarre? Que a "Daniel López" lo detuvieran en Londres y todos hayan corrido a hacer turismo electoral, a diez años del inicio de la transición.
¡Eso era lo que teníamos, con Senadores designados!
Entonces, sí, admito que tal vez hemos tenido falencias y falta de dirección a ratos, pero también he visto que otros -como ya se señaló acá- se alegraron de que los directores de escuelas públicas hubieran sido nombrados antes del cambio de gobierno, cuando, a pesar de muchos, recuperamos la democracia. Diez años estuvieron ahí. ¡Diez años! Se daban los resultados de la educación pública y algunos Diputados se vanagloriaban de que fuera mala; lo festejaban. En vez de ver a servidores públicos compungidos por arreglar la educación pública, uno escuchaba decir: "Miren lo mal que les fue. ¿Ven que están equivocados?", en un análisis simple.
Y lo más notable es que ustedes igualmente caen en la incoherencia, porque también tuvieron la posibilidad de modificar el sistema municipal. Presentaron proyectos sobre el particular. Tal vez no se asemejaban al que estamos analizando, pero compartían el diagnóstico. Y ahora, el desdibuje.
Ahora, a quienes manifiestan que todo está mal y se preguntan qué nos pasa que las reformas no prenden y la ciudadanía no nos aplaude, les quiero decir que eso es realidad de acuerdo a las cifras que hoy día existen, pero que en nada oscurece la necesidad de efectuar reformas estructurales en nuestro país para terminar con la desigualdad, reformas que tienen costos.
No conozco ningún país, en ninguna parte del mundo, menos en una democracia, donde una reforma estructural no genere ruido, porque se afectan intereses, se desencaja lo que estaba encajado. Así ha ocurrido con el Acuerdo de Paz en Colombia, con el Brexit en Inglaterra, con la Unión Europea y la Comunidad del Carbón, con lo que ustedes recuerden. Una reforma estructural genera ruido.
El drama no es generar ruido y no ser popular hoy día, sino andar tres pasos detrás de Chile. ¡Siempre tres pasos detrás! Ahí está la Derecha: detrás del divorcio, detrás de todo. ¡Siempre detrás de Chile! ¡Hasta para la reforma tributaria, en que hubo que esperar veinte minutos al Presidente de la UDI para firmarla porque estaban atrasados...!
¡Siempre detrás! ¡Siempre detrás!
Entonces, yo siento que la provocación tiene un límite, porque estamos a dos meses de una elección.
Se dicen cosas y se hacen pullas, pero yo miro la historia larga de mi país y estoy orgulloso de lo que hemos logrado.
¡Hagan campaña señalando que quieren terminar con la gratuidad, que quieren reponer el lucro, que quieren desarmar la reforma laboral, que van a rebajarles los impuestos a los que ganan más en Chile!
¡Hagan campaña con eso!
Ellos sacaron la coyuntura, señor Presidente. No fue idea mía.
¡Que en los próximos sesenta días hagan campaña con eso! ¡Digan que a la mujer chilena que se la violen y quede embarazada la van a meter presa!
El señor MOREIRA.- ¡Qué tiene que ver eso!
El señor LAGOS.- Su candidato estuvo aquí un día martes, mientras debatíamos el proyecto de ley sobre despenalización del aborto, y se quedó callado. Y estaba acá, ¡en el edificio!
¡Así que hagan campaña con eso!
Yo tal vez voy a pagar los costos de reformas que no han terminado, que han sido difíciles de gestionar, que han sido difíciles de explicar, ¡todo lo que ustedes quieran!, pero tengo el convencimiento de que lo que estamos haciendo es correcto, y no un abuso como el que vi el día domingo...
El señor MOREIRA.- ¡Qué tiene que ver eso con su voto...!
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Dispone de un minuto adicional, señor Senador, pero tranquilo.
El señor LAGOS.- Muy tranquilo, muy tranquilo.
Me quedan 30 segundos.
¿Sabe qué pasa, señor Presidente? Que la provocación no termina. El día domingo vimos algo que a nadie enorgullece -se lo digo al Senador Moreira- y voy a explicar por qué.
Creo que no hay dos opiniones...
El señor MOREIRA.- ¡Me mencionó, señor Presidente!
El señor LAGOS.- ¡Es que eso es Chile!
A veces me preguntan por qué las cosas están como están. ¿Y saben por qué? Porque la gente trata de sacar provecho de todo.
Lo que ocurrió el domingo creo que no fue lo mejor para la república de Chile. ¡No fue lo mejor! Sin embargo, un candidato que aspira a gobernar el país y al cual dan por ganador, como acabo de escuchar, encuentra que eso estuvo perfecto. Y yo encuentro que fue feo, que no estuvo bien.
Entonces, que alguien que quiere liderar Chile por segunda vez avale tal situación habla de que tenemos un problema como país.
Gracias.
-(Aplausos en la Sala y en tribunas).
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Les pido por favor no hacer manifestaciones.
Tiene la palabra el Senador señor Moreira, con tranquilidad.


El señor MOREIRA.- Señor Presidente, usted afirma que vela por el Reglamento.
Pues bien, el Senador Lagos ha hecho un discurso que no dice relación con la fundamentación del voto.
Usted, señor Senador -por su intermedio, señor Presidente-, aludió a lo que sucedió el domingo e hizo un repaso de la historia.
Yo lo único que puedo decir, con respecto a este proyecto de ley, es que aquí el Gobierno, tal como se ha señalado -de distintas formas: irónicamente, con pullas, como sea- tiene una gran responsabilidad. Este Gobierno ha dispuesto de todas las mayorías para hacer lo que quiera con el país. Y lo ha hecho no solamente en la reforma tributaria, en la reforma laboral, etcétera, sino también como una verdadera retroexcavadora valórica.
En cuanto a lo sucedido el día domingo, aquello fue la expresión de personas de un credo religioso haciendo uso de la libertad existente en ese ámbito. Ahora, lo que ocurrió en la calle es una cuestión totalmente ajena a la realidad. Lo que molesta es que una persona de centroderecha, como Sebastián Piñera, vaya a ganar las próximas elecciones presidenciales.
¡Esa es la preocupación!
Si ustedes no tienen un buen candidato que los represente producto de sus divisiones, no es problema nuestro, es problema de ustedes. Y ustedes son los que van a entregar el país en estas condiciones: un país destruido, ¡absolutamente destruido!
Es todo lo que tengo que decir, señor Presidente. Y claro está que Sebastián Piñera va a ser el próximo Presidente de Chile.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- ¡Esa no es intervención electoral...! ¡Le agradezco el cumplimiento del Reglamento...!
El señor MOREIRA.- ¡Empate...!
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- ¡Y lo convido a que al próximo encuentro ecuménico vayamos juntos...!
El señor MOREIRA.- ¡Encantado, Presidente...!
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba el artículo 25 (22 votos a favor, 10 en contra y un pareo).
Votaron por la afirmativa las señoras Goic, Muñoz y Lily Pérez y los señores Araya, Bianchi, De Urresti, Girardi, Guillier, Harboe, Horvath, Lagos, Letelier, Matta, Montes, Navarro, Pizarro, Quintana, Quinteros, Tuma, Ignacio Walker, Patricio Walker y Andrés Zaldívar.
Votaron por la negativa la señora Von Baer y los señores Allamand, Chahuán, Coloma, García-Huidobro, Hernán Larraín, Moreira, Ossandón, Pérez Varela y Prokurica.
No votó, por estar pareado, el señor García.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Hago presente que aún queda una votación más, correspondiente a una indicación renovada de la Senadora señora Von Baer que no requiere quorum.
La señora VON BAER.- ¿Me permite, señor Presidente, antes de que se abra la votación?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Sí, señora Senadora.


La señora VON BAER.- Lo que la indicación busca es eliminar el artículo transitorio quincuagésimo primero (página 552 del comparado), que establece el cierre de colegios por mala calificación, es decir, por tener la calificación más baja según la Agencia de Calidad, medida que se aplicaría solamente a los colegios que dependen de las municipalidades.
Y nosotros creemos, señor Presidente -lo discutimos en la Comisión de Hacienda-, que no es una buena política pública que aquello únicamente rija para las escuelas municipales, porque los colegios que dependan de los nuevos Servicios Locales de Educación sí tendrían que cerrar, a diferencia de los anteriores, como también los establecimientos particulares subvencionados.
Señor Presidente, podemos discutir el fondo de una política pública que implique el cierre de colegios con la calificación más baja de la Agencia de Calidad, pero no creo que esté bien -y lo discutimos en la Comisión de Hacienda- que tal normativa solo corra para algunos y no para todos. Si la dejamos de aplicar, tenemos que dejar de aplicarla para todos. Y si la mantenemos, esta mantención debe regir para todos. Lo que no puede suceder es que sea para unos sí y para otros no.
De hecho, incluso se hace una diferenciación entre colegios que dependerían del Estado: no correría para los colegios municipales, pero sí para los que dependan de los Servicios Locales.
Por eso, señor Presidente, estamos sugiriendo eliminar del proyecto la disposición respectiva. Entiendo que hay una preocupación de la Agencia de Calidad en torno a este tema. Nosotros lo planteamos en la Comisión de Hacienda; probablemente lo vamos a tener que discutir, pero creo que aquí está mal resuelto.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra la señora Ministra.


La señora DELPIANO (Ministra de Educación).- Señor Presidente, para no generar confusión, debo decir que este fue un asunto que, tal como indicó la Senadora Von Baer, debatimos. Y hemos llegado a la conclusión de que, dado el Administrador Provisional, por una parte, y atendido el hecho de que el cierre de colegios tiene un altísimo impacto, especialmente para los propios niños y sus familias -y esto corre para cualquier colegio-, por la otra, se hace necesario establecer un mecanismo para ambos sistemas, tanto para el particular subvencionado cuanto para el municipal -o público, pues algunos establecimientos ya habrán pasado a los Servicios Locales-, como es la fórmula de, o nombrar un interventor -para eso ya tenemos la ley del Administrador Provisional-, o generar un cambio de directiva para que la situación mejore. No queremos partir con el cierre de colegios, que debe ser la última y no la primera instancia.
En eso la Senadora Von Baer tiene razón. Sin embargo, el compromiso no es establecerlo aquí, sino, en un proyecto misceláneo que estamos preparando para ambos sistemas, disponer que no habrá cierre de colegios, aunque sí intervención, incluso cambio de directiva, pero no otra cosa.
Tal es el compromiso que deseamos tomar como Gobierno en esta materia.
Quisiera terminar expresando, señor Presidente, si usted me lo permite -para no volver a intervenir, ya que los señores Senadores van a comenzar a votar-, que a mi juicio este es un día para sentirnos orgullosos y no deprimidos. Creo que el cambio que se inicia a partir de ahora es muy importante. El Ministerio y el Gobierno lo han tomado muy en serio, trabajando a lo largo de meses y años en distintas Comisiones.
Y quiero hacer presente que hemos tomado la decisión -es una información para todos- de que la Subsecretaria Quiroga tome directamente en sus manos la tarea de hacer realidad, con la mayor celeridad posible, el nombramiento de los cuatro directores, de modo de dejar instalados los cuatro servicios y que dos de ellos puedan funcionar ya a partir de marzo. Ello supone un trabajo intenso, no porque estemos improvisando -no teníamos la ley-, sino porque estábamos efectuando un trabajo voluntario.
Termino, ahora sí, agradeciendo a los Alcaldes de Barrancas que hoy nos acompañan, así como a los de Coquimbo y Andacollo, su disposición a trabajar en forma conjunta para instalar, no "contra los municipios" sino "con los municipios", un nuevo sistema que permita levantar la educación pública hasta los estándares que alguna vez tuvo y conoció este país.
Ese es nuestro compromiso y a eso vamos a dedicar nuestras mejores horas.
Ojalá no nos sintamos abatidos por las dificultades, sino contentos de haber marcado un hito, un antes y un después, en la educación pública de Chile.
Eso nos tiene profundamente orgullosos.
Agradezco a todos los parlamentarios que participaron de este debate y que han colaborado para que esto sea una realidad.
Asimismo, quiero darles la seguridad de que trabajaremos incansablemente en este tema.
Gracias, señor Presidente.
--(Aplausos en tribunas).
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Les pido a las personas que se encuentran en las tribunas que, por favor, guarden el orden.
El señor PIZARRO.- Abra la votación, señor Presidente.
El señor WALKER (don Patricio).- Sí, señor Presidente. Ábrala.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Muy bien.
Antes de eso, voy a explicar lo siguiente.
Los que no estén de acuerdo con la indicación de la Senadora señora Von Baer deben votar "no"; quienes quieran aprobarla deben marcar "sí".
En votación la indicación renovada.
Tiene la palabra el Senador señor Montes.
--(Durante la votación).


El señor MONTES.- Señor Presidente, quiero explicar esta norma, pues efectivamente en esta materia teníamos bastante coincidencia con la Senadora Von Baer.
¡Nosotros somos capaces de reconocer cuando tenemos acuerdos, Senadora...!
Es efectivo que 600 colegios tendrían que cerrar con la legislación vigente. ¿Por qué? Porque se trata de establecimientos que fueron evaluados con el SIMCE sin considerar otros factores.
Eso llevó, tal como dice la Agencia de Calidad de la Educación, a una calificación que no se corresponde con la real situación de esos colegios, porque algunos hacen enormes esfuerzos y muestran grandes potencialidades.
Lo que plantea la indicación es que el artículo se aplique para los colegios municipales, no para los dependientes de los servicios locales, como se dijo. O sea, se posterga la aplicación a todos los establecimientos municipales.
Sin embargo, yo creo que lo que debería hacerse es cambiar los equipos directivos de todos esos colegios -por lo menos los de los municipales-, pues los que andan mal no pueden seguir funcionando.
La Senadora Von Baer plantea que esta disposición también debiera aplicarse al resto de los colegios. La Ministra ha dicho que eso viene en otro proyecto. Y yo estoy de acuerdo en que tiene que resolverse de esa manera.
Tal como la Senadora nos propone en su indicación -no conozco exactamente cuál será su contenido- suprimir este artículo transitorio, en vez de ayudarnos, nos perjudicará.
Prefiero esperar la modificación que nos presentará el Ejecutivo en otro proyecto.
Además, quiero decirle una cosa al Gobierno, especialmente.
Yo también me siento muy orgulloso de que estemos creando un nuevo sistema de educación pública en Chile. ¡Es un nuevo sistema! Costó mucho, incluso entre nosotros -el Senador Allamand lo sabe perfectamente, aunque le gusta tergiversar-, pero está claro...
El señor NAVARRO.- ¡Con respeto...!
El señor MONTES.- Así es. Lo digo con mucho respeto y con la gran valoración que tengo de Su Señoría.
Como decía, yo siento mucho orgullo de lo que estamos haciendo, porque esto va a ser un avance para Chile.
¡Este es un nuevo sistema de educación escolar pública! Y esto lo debe reconocer todo el país como algo valioso.
Estoy preocupado por la transición -lo quiero decir una y otra vez- y no podemos ser autocomplacientes. La transición habrá que evaluarla día a día, pues se presentarán muchos problemas que ojalá se resuelvan bien. No obstante, lo importante es decirle a Chile que hemos terminado con un sistema desde el punto de vista de un nuevo marco conceptual, pero aún nos falta ver cómo transitamos.
Quiero decirle a quien gobierne en el futuro, sea Sebastián Piñera o Alejandro Guillier, que la próxima Administración debe llevar adelante esta reforma a fondo.
Andrés Allamand y Ena von Baer se comprometieron a que si gobernaba Sebastián Piñera la seguiría con seriedad hasta el final. Ojalá que lo cumplan y no pongan obstáculos que impidan terminar con la municipalización, porque es imperativo poner fin al actual sistema.
Yo siento mucho orgullo de lo que estamos logrando, porque esto no involucra cuatro años, sino que partió cuando se creó el financiamiento compartido y dijimos que ese modelo era un gran error.
Y teníamos que fortalecer la educación pública.
Quedamos fuera del informe Brunner; no podíamos hablar de educación pública. Estuvimos en contra de la LEGE, pues no hablaba de ella, especialmente de la escolar.
Hoy día se ha logrado, después de muchos años de habernos jugado por esto, porque estamos convencidos de que es lo justo.
La república requiere una buena educación pública no solo para los niños más pobres, sino también para la clase media y para todos.
Chile necesita una nueva educación pública, y con esta reforma estamos dando un paso muy significativo, que valoramos mucho.
Gracias, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora Von Baer.


La señora VON BAER.- Señor Presidente, solo quiero puntualizar que hubo un acuerdo en la Comisión de Hacienda con el Ejecutivo respecto a esta indicación.
No se pudo llegar a solucionar el problema completo, tal como lo planteó el Senador Montes. Estoy de acuerdo con eso. Y acá tenemos un problema de fondo del cual tenemos que hacernos cargo.
Como tampoco se llegó a una solución del tema entre la discusión en la Comisión de Hacienda y el debate de hoy día en la Sala, nosotros proponemos votar a favor de esta indicación con cuya aprobación, según lo que dijo la Ministra -así lo entiendo, pero no quiero interpretarla-, el Ejecutivo está de acuerdo.
Para que Sus Señorías entiendan -y quizás lo que estoy diciendo tiene poca emoción pero me parece igualmente importante-...
El señor LETELIER.- ¡Es emocionante...!
La señora VON BAER.- Así es.
Lo que pasa es que, si se aprueba el texto tal como está en el proyecto, los servicios locales tendrán que cerrar los colegios que hayan sido mal evaluados, en circunstancias de que los municipios no estarán obligados a hacerlo.
Nosotros estamos renovando esta indicación para que se elimine el texto que figura actualmente en el proyecto con el objeto de que luego se solucione el problema de fondo para los servicios locales, para los colegios particulares subvencionados y para los municipales.
Esa es la razón por la cual hemos presentado esta indicación renovada. Y, según entiendo, el Ejecutivo considera que va en la línea correcta.
El señor LETELIER.- ¡La Senadora puede hacer lo que quiera!
El señor LAGOS.- La Ministra quiere que la indicación se vote a favor.
El señor MONTES.- ¡No! ¡Se tiene que corregir!
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Quintana.


El señor QUINTANA.- Señor Presidente, esta discusión no solo se llevó a cabo en la Comisión de Hacienda, sino también en la de Educación, y fue bastante de fondo.
La Senadora que me antecedió en el uso de la palabra termina por clarificar el panorama, especialmente al poner el énfasis en los establecimientos particulares subvencionados que, en mi opinión, no tienen nada que ver con este debate.
Si esto solo significara remitirnos a los efectos del artículo 31 de la Ley de Calidad de la Educación -la Nº 20.529-, que impacta sobre todos los planteles educacionales, los colegios municipales no tendrían que cerrar, pero los dependientes de los servicios locales sí.
El tema de fondo, señor Presidente, es que tenemos que hacernos cargo de una buena vez -lo dije también en la discusión particular que sostuvimos la semana anterior- de lo que dispone la Constitución en su artículo 19, número 10º, porque todos estamos obligados, no solo porque queramos una provisión mixta donde lo estatal o lo público está bastante rezagado, a organizar un sistema gratuito que realmente garantice una educación obligatoria desde el segundo nivel de transición hasta la enseñanza básica y media.
¡Ese es el tema de fondo!
Tengo la impresión de que aquí hay algunos que, aprovechándose de esta norma, quieren seguir haciendo competir al establecimiento público de la nueva era, del servicio local de educación, con el particular subvencionado. Y en el fondo lo que pretenden es no darle ninguna ventaja a los colegios públicos.
Yo quiero decir que cuando se cierra, por calidad o por lo que sea, un establecimiento municipal público o del servicio local de educación no solo fracasan su director, sus profesores, su área técnico-pedagógica, sus asistentes de la educación, sus alumnos, sino también nosotros como Estado.
El problema aquí es que algunos se desentienden de su rol de defensa de lo público, que debiera ser transversal en esta discusión.
Entonces, aquí hay miradas, hay intervenciones, que apenas pueden buscan cómo proteger al particular subvencionado, el cual está completamente resguardado en otras leyes que hemos aprobado como consecuencia de esta reforma.
En definitiva, si el Ejecutivo está por apoyar esta indicación, yo no lo comparto.
En el mejor de los casos, nosotros deberíamos esperar una indicación...
El señor MONTES.- ¡Una indicación seria, no improvisada, pues Ministra!
El señor QUINTANA.-... o bien una nueva norma, como lo esbozó la Ministra, que podría ser una alternativa, incluso de carácter misceláneo.
Esta es una discusión bien de fondo. Y hemos de entender que cuando fracasa un establecimiento público debemos reforzar el sistema, pues, nos guste o no nos guste, la Constitución dice que tenemos que fomentar la educación en todo el territorio.
Con este nuevo sistema le estamos dando educación pública gratuita, con solo cuatro servicios locales de educación, a un puñado de comunas en todo Chile.
¿No será mucho, digo yo?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Navarro.


El señor NAVARRO.- Señor Presidente, pensar que la educación pública y la particular subvencionada parten de un mismo nivel para enfrentar los desafíos de la educación de calidad es ignorar profundamente que a la primera la tuvieron atada de manos y pies, que la hacían correr con limitantes extraordinarias.
Ahora se pretende hacerlas competir en el mismo ámbito, con la misma evaluación y, peor aún, se quiere terminar con planteles que han enfrentado severos problemas no porque sean malos en sí, sino porque tuvieron que hacerse cargo de los alumnos más vulnerables del sistema.
Lo que provocó la selección no es que hubiera buenos establecimientos particulares subvencionados, sino que a esos colegios llegaran buenos estudiantes.
Y la pregunta que siempre intentamos contestar fue: ¿Es bueno el establecimiento o son buenos los estudiantes, cuando uno descrema del 6 al 6,9, al 7, quedándose con los mejores alumnos del sistema y entregando a los municipios a los "cuatreros", a los de nota 4, alumnos vulnerables a quienes se debe ayudar?
Cuando hicimos crecer la cobertura de la matrícula pública de la enseñanza media, de 80 a 96 por ciento, se sacó a los jóvenes vulnerables de la esquina y fueron llevados al interior del aula, dejando a los profesores haciendo clases, y cumpliendo funciones de sicólogos, de sociólogos, porque no hubo una respuesta del Estado para cuantificar el impacto social que implicaba sacar de la calle a miles y miles de jóvenes y meterlos en una sala de clases. Por eso no puede haber una vara que mida a todos en igualdad de condiciones. Se requiere un proceso de transición, pues a esos alumnos les costará mucho más superarse.
Por cierto, se puede discriminar positivamente. El Estado debe discriminar positivamente. No puede considerarlos a todos iguales, porque no lo son.
En ese sentido, señor Presidente, si se pretende eliminar al establecimiento que no cumpla con la entrega de enseñanza de calidad o se le aplica todo el rigor de la ley, vamos a tener un problema de origen al ponderar la educación pública actual, que desde ya es mala. Digámoslo con franqueza, aunque sea doloroso. Cuando se traspasa a un joven de un liceo municipalizado a uno particular subvencionado, no rinde, pasando de tener una nota promedio 6 a 4,5. De modo que apenas subsiste en este, pues viene con un déficit educacional pedagógico profundo.
En el debate habido en la Sala respecto a la indicación renovada, entiendo que firmada por diez parlamentarios, la Senadora Von Baer fue explícita en el sentido de que quiere igualdad de condiciones. Sin embargo, debo decirle a Su Señoría -por su intermedio, señor Presidente- que no hay igualdad de condiciones y que se debe perseverar en darles una oportunidad para desarrollarse a los planteles municipalizados que pasan al Estado y presentan problemas. De modo que se los tiene que apoyar con todo. ¡Y eso es tarea del Estado, ya que no se los puede considerar a todos iguales!
Desde esa perspectiva, señor Presidente, al parecer hay un debate al interior de la coalición de Gobierno, lo cual no es extraño. Yo desconozco cómo va a votar el Senador Montes, a quien generalmente sigo en estos temas.
¿Vota en contra, Su Señoría?
El señor MONTES.- Sí. Porque esto de que no haya norma no me gusta. Más vale tener lo que propone el articulado por ahora.
El señor NAVARRO.- Carlos Montes dice: "Más vale tener esta disposición a que no haya norma", lo cual parece ser coherente.
Por lo tanto, voto en contra.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Guillier.


El señor GUILLIER.- Señor Presidente, solamente quiero señalar que, desde el punto de vista práctico, las dos disposiciones dan una salida, pues el Gobierno se ha comprometido a presentar un texto que despeje las inquietudes planteadas.
Pienso que si la señora Ministra y todos estamos de acuerdo en que debemos avanzar en confianza, con consenso, obviamente habremos de honrar la palabra que comprometamos. Porque ¡cómo vamos a exigirles a los demás que respeten los acuerdos si nosotros no lo hacemos!
Por eso voto que sí, y además por dar un especial respaldo a la señora Ministra.
El señor NAVARRO.- Yo también la respaldo, pero voy a votar en contra.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Ossandón.


El señor OSSANDÓN.- Señor Presidente, después de haber asistido a este largo debate, solo deseo hacer una aclaración, porque aquí parece que por el hecho de cambiar el sistema se arregla el problema de la educación pública.
La verdad es que a mí no me importa tanto lo de educación municipalizada o no municipalizada. Solo quiero dejar en claro que el proceso de municipalización nunca se terminó y que la mayoría de los municipios tenían que poner mucho dinero para poder "parar la olla", como se dice vulgarmente. Igual después eran criticados, a pesar de que competían sin herramientas en el sistema educacional...
Pido silencio, señor Presidente, para poder continuar.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Ruego a Sus Señorías guardar silencio, por favor.
El señor OSSANDÓN.- Deseo salvar el honor de los municipios, pues aquí se ha manoseado bastante el tema de la municipalización de los establecimientos educacionales.
Insisto en esto como exalcalde. Yo fui alcalde por 20 años; administré 27 colegios al mismo tiempo, algunos con éxito, otros sin éxito, pero claramente un sistema que recibe ingresos variables y tiene gastos fijos resulta imposible de administrar.
Entonces, si el sistema que el Gobierno impulsa va a estar financiado, podría ser exitoso y no tener problemas. Sin embargo, si aquel siguiera con la misma base de subvención y con los mismos procesos, este sistema va a morir igual. Y puedo asegurar que los propios funcionarios empezarán a reclamar, porque numerosos municipios de Chile entregan grandes beneficios a su personal; en cambio, otros no, por supuesto.
Desgraciadamente, aquí se habla de la educación municipalizada como un sistema reventado, pero ocurre que el sistema nunca se terminó.
A nadie le he escuchado decir que las subvenciones, a lo largo y ancho de este sistema, han financiado el 100 por ciento de las operaciones. Y para qué hablar de investigación, ya que todo se maneja con proyectos externos.
Así que, señor Presidente, solo quiero dejar esto en claro, por el honor de los municipios, pues muchos de ellos hicieron bien la pega, aunque podría haber sido mejor. Como dijo el Senador Navarro, la educación pública hoy día no está en buen pie, pero gran parte de la culpa recae en quien administraba el sistema, que la tenía absolutamente desfinanciada.
Espero en Dios que este nuevo sistema tenga un buen financiamiento y buenos estatutos, para el desarrollo de todas las personas que trabajan en el sector educacional.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Letelier.


El señor LETELIER.- Señor Presidente, uno puede decir que esta votación es irrelevante, porque el Ejecutivo va a presentar una indicación, como me han señalado algunos Senadores con quienes he conversado.
Con todo respeto, discrepo del actuar del Ministerio de Educación en este punto. Y me gustaría poder explicarlo sin ninguna duda.
Tengo una discrepancia con el Ministerio de Educación respecto a cómo ha manejado este asunto. Porque es evidente que tener una norma, versus no tenerla, sí importa.
Después de tantos años de debate, el hecho de que el mismo Ministerio esté avalando quedar sin norma, a mi juicio significa su autoderrota en este tema. Y lo planteo con toda tranquilidad. Se podrá debatir después. Pero hay que reconocer aquí -y esa es mi convicción- que hay colegios malos.
A un Senador que me antecedió en el uso de la palabra siempre le gusta recordarnos que fue alcalde. Comprendo que algunos sientan que fue un espectacular alcalde. Yo no lo sé, no vivo en Puente Alto. No obstante, sí puedo señalar que la matrícula pública bajó de 80 y tantos por ciento a apenas 18 por ciento durante su administración, en que el énfasis no estuvo en fortalecer la educación pública.
Con la disposición que propone el proyecto se busca que para los malos establecimientos, en este nuevo paradigma, tengamos como señal a lo menos una norma -pues el Ministerio no ha propuesto algo distinto, hasta ahora- que disponga que esos malos establecimientos se cierren.
Uno podrá decir: "Eso es muy duro", y también: "Este es un piso de partida hasta recibir el texto alternativo o complementario que propondrá el Ministerio". Sin embargo, hasta el día de hoy no lo ha hecho. Y no me parece correcto que el Senado de la República deje vacíos en esta materia.
¿Qué propone la colega que habló a favor de esta indicación?
Es una opinión distinta, la respeto, pero no la comparto.
Me parece que es precisamente en estos puntos donde se entra al debate respecto a si vamos a consagrar una norma que diga que en los establecimientos malos alguien tiene responsabilidad, así como los alcaldes que han hecho una mala administración deben asumir la suya, independiente del color político.
Lamento que se genere una confusión en torno a este asunto. Lamento que sea el mismo Ministerio el que plantee eliminar el texto, lo cual me parece un error político más en este debate y en cómo se tramita un proyecto que reviste gran importancia.
Estamos avanzando hacia un nuevo modelo de educación pública, lo cual es tremendamente relevante, tremendamente positivo. Así lo ha planteado el Senador Montes una y otra vez. Pero en esos pequeños detalles es donde se ve la falta de convicción en algunas cosas donde debería haber norma, en vez de quedar sin nada.
Si hubiesen querido otra norma, la deberían haber propuesto a tiempo. Eso es lo que a algunos de nosotros nos molesta -con todo respeto, señor Presidente-, y ¡nos molesta mucho! Porque han dispuesto de harto tiempo para asegurar un texto y evitar así debatirlo en un tercer trámite.
No me parece correcto como se ha procedido en esta materia.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor OSSANDÓN.- Pido la palabra, señor Presidente, porque he sido aludido.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Ya intervino, Su Señoría. Además, durante la votación no puede formular descargos. Puede hacerlo después.
El señor LABBÉ (Secretario General).- ¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba la indicación renovada (19 votos a favor, 10 en contra y 2 pareos).
Votaron por la afirmativa las señoras Goic, Lily Pérez y Von Baer y los señores Allamand, Bianchi, Chahuán, Coloma, García-Huidobro, Guillier, Horvath, Hernán Larraín, Matta, Moreira, Ossandón, Pizarro, Prokurica, Ignacio Walker, Patricio Walker y Andrés Zaldívar.
Votaron por la negativa la señora Muñoz y los señores Araya, De Urresti, Girardi, Lagos, Letelier, Montes, Navarro, Quintana y Tuma.
No votaron, por estar pareados, los señores García y Quinteros.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Hago presente a Sus Señorías que el Senador señor García ha pedido reabrir la votación respecto del artículo trigésimo cuarto transitorio, pero no hay unanimidad para ello.
Por lo tanto, si le parece a la Sala, vamos a dejar constancia en el Acta de que, no obstante que los Senadores de Chile Vamos aparecen votando a favor de esa disposición, son contrarios a su inciso quinto.
Acordado.
Queda, por tanto, despachado el proyecto en este trámite.

El señor OSSANDÓN.- ¿Me permite, señor Presidente? Fui aludido.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Conforme, señor Senador, pero le ruego que sea lo más breve posible.
El señor OSSANDÓN.- Señor Presidente, es superfácil mentir. A mí me gustaría que el Senador Letelier presentara la cifra a la que hizo referencia, porque le puedo demostrar claramente que es falsa y que jamás tuvimos tales índices. Las bajas que hubo estuvieron por debajo del promedio nacional y cada vez que había paros la cifra descendía aún más, porque los niños se iban.
Les quiero contar que el único liceo que existe en la comuna de Puente Alto es el San Pedro, que compitió y estuvo entre los tres mejores colegios de Chile durante tres años seguidos.
Entonces, espero que el señor Senador aclare esto y que, por favor, le demuestre a la Mesa la verdad.
¡Por algo saqué el 70 por ciento de los votos en mi última elección municipal, señor Senador!