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Ceremonia de cambio de mando: ¿por qué los Presidentes asumen el cargo ante el Congreso Pleno?

Para el próximo domingo 11 de marzo, está citada al mediodía, la sesión de Congreso Pleno donde asumirá el cargo de Presidente de la República, Sebastián Piñera. Conozca los fundamentos históricos de esta ceremonia republicana llena de simbolismos.

2 de febrero de 2018

Imagen foto_00000010Justo cuando se cumplen 200 años de la Declaración y Juramento de Independencia de Chile, se realizan los preparativos para la séptima ceremonia de cambio de mando presidencial desde el retorno de la democracia en 1990.

 

Cabe señalar que entre 1876 y 1973, casi todas las ceremonias de Transmisión del Mando tuvieron lugar en Salón de Honor, del edificio histórico del ex Congreso ubicado en calle Catedral, entre las calles Morandé y Bandera.

 

Solo hubo algunas interrupciones a esta tradición, como cuando un incendio ocurrido en 1895 o el terremoto de 1906 inhabilitaron las dependencias del Congreso y las ceremonias se tuvieron que trasladar.

 

Pero el origen de este protocolo republicano se remonta a 1826, cuando se modificó el cargo de “Director Supremo”, ligado al liderazgo militar que ostentaron los próceres de los primeros años de las Guerras de Independencia, por el “Presidente de la República”.

 

El primero en asumir dicho cargo fue Manuel Blanco Encalada, el militar y patriota apresado tras el desastre de Rancagua y luego enviado al destierro a la isla Juan Fernández, desde donde fue rescatado en 1817. En 1818 había sido nombrado Comandante General de Marina y se le encargó la misión de organizar la Escuadra Nacional.

 

El general Blanco Encalada sucedió así al Director Supremo, Ramón Freire, en una sobria pero significativa ceremonia ante el Congreso y en medio de un turbulento periodo tras las guerras de la independencia.

 

- ¿POR QUÉ BLANCO ENCALADA JURÓ COMO PRESIDENTE ANTE EL CONGRESO PLENO?

 

El Congreso Constituyente de 1826, en pleno ensayo de régimen federalista, hizo un alto en las deliberaciones de modo de elegir al sucesor del renunciado Director Ramón Freire. La necesidad de consolidar la noción de patria, nación y estado llevó a definir estos protocolos que dan sustento a la identidad del siglo XIX.

 

Así queda de manifiesto en los diarios de las sesiones del 7 y 8 de julio de 1826, donde el Congreso acordó instaurar la figura del Presidente de la República -que se mantendría en todos los textos constitucionales siguientes- y además la figura del "Vicepresidente" que “sustituyese al primero en casos de enfermedad, ausencias y otros”.

 

Tanto la elección del Presidente como del Vicepresidente se realizó por la mayoría absoluta de los miembros del Congreso y los cargos “serían provisorios a la espera que la Constitución consagrara la elección legalmente”.

 

Sin embargo, hay un detalle de la discusión que quedó consignado en la Sesión 6° Extraordinaria del 9 de julio de 1826, presidida por el legislador, José Ignacio Cienfuegos y que sería fundamental. Allí, el Director Supremo, a través de su ministro de Guerra hizo saber a la Sala su parecer sobre el primer protocolo que regiría a esta ceremonia de investidura.

 

El asumido Presidente, prestaría juramento ante el Congreso y luego recibiría las insignias de mando en la sede de gobierno ubicada en el Palacio de la Real Audiencia. Ante la idea planteada por el ministro, intervino el integrante del Congreso, Francisco Vicuña, firme promotor del proceso emancipador y recalcó:

 

“La investidura parece que debe recibirla aquí (en el Congreso), porque la Nación es la que le ha dado la autoridad, i de ella o de sus representantes debe recibir las insignias. Para este fin creo que debería venir el Presidente acompañado del Director”.

 

Este “detalle” en el protocolo -que fue respaldado por la unanimidad de la Sala- definió en gran medida, la ceremonia de investidura tal como la conocemos hoy.

 

-¿CÓMO FUE LA PRIMERA CEREMOMIA OFICIAL DE CAMBIO DE MANDO?

 

Imagen foto_00000004Fue una sobria y significativa ceremonia en el antiguo Tribunal del Consulado, sede del Congreso, llegó pasado el mediodía del 9 de julio tal como se había acordado, el Director Ramón Freire acompañado del presidente entrante Manuel Blanco Encalada.

 

Una comisión compuesta de los legisladores Cruz, Elizondo, Fernández y Montt salió a la puerta -que hoy pertenece al edificio de los tribunales de Justicia- a recibirlos y desde allí los condujo hasta la mesa. Puestos de pie todos los diputados, el Presidente Blanco juro conforme al Reglamento.

 

El Director le impuso entonces la banda tricolor distintiva de la suprema autoridad y que fue usada por el primer Director Bernardo O’Higgins.

 

El recién asumido mandatario se dirigió a los presentes y dijo:

 

"Al depositar sobre mis hombros el supremo cargo con que vuestra generosidad se ha dignado honrarme, siento que la elección no sea tan acertada como bondadosa porque mi poco mérito no puede presentar aquellas cualidades que deben acompañar al que se encarga de tan ardua empresa, pero por el bien público mis ardientes deseos por el orden y la justicia".

 

Entonces, el titular del Congreso José Ignacio Cienfuegos le contestó:

 

"La Nación chilena representada por este Augusto Congreso ha depositado en vos toda la autoridad necesaria para que podáis ser intérprete de sus voluntades". Y, en alusión al saliente Director Freire afirmó: "si durante vuestra administración han sobrevenido algunas borrascas, fueron resultados precisos de la situación de un pueblo recién nacido a la libertad".

 

Manuel Blanco Encalada solo ejerció el poder por dos meses y luego el país se sumió en un largo periodo de inestabilidad política y ensayos constitucionales, aun así: una tradición había surgido.

 

-¿EN QUÉ CONSISTEN LAS INSIGNIAS DE MANDO?

 

Imagen foto_00000025Al inicio de la República se desarrolló un amplio debate sobre cómo distinguir apropiadamente a las distintas autoridades del naciente Estado. En la sesión  N° 145, extraordinaria del Senado Conservador del 15 de octubre de 1819, se dejó constancia de la necesidad de dictar un “Reglamento para ordenar los uniformes de las autoridades del Estado”.

 

Allí se definió claramente que “el Supremo Director del Estado, si fuere militar, usará del uniforme e insignias de su cuerpo i grado, bastón, sombrero franjeado i pluma tricolor, banda i faja lo mismo, no pudiendo usar persona alguna de estos distintivos. Si aquel supremo empleo recayese en paisano, usará del vestido señalado al Senado con la pluma i banda directorial”.

 

Queda así establecida la concepción de una banda presidencial tricolor y un bastón de mando para las autoridades militares.

 

-¿CUÁNDO SURGE LA PIOCHA DE O'HIGGINS COMO INSIGNIA DE PODER?

 

Con el correr de las décadas, en las ceremonias, los Presidentes pasaron a usar el traje formal del periodo –todo negro- y se mantuvo la insignia de la banda presidencial pero en lugar de la pluma tricolor haría su aparición la legendaria piocha de O’Higgins, aquella estrella de cinco puntas en oro y esmalte rojo que se atribuye al padre de la patria.

 

De acuerdo a los antecedentes recopilados por diversos historiadores, como Bernardino Bravo Lira "los retratos del prócer realizado por el Mulato Gil de Castro hacia 1820 muestran a Bernardo O'Higgins con la banda y la piocha, pero en realidad, son insignas de la Legión al Mérito que luce en su calidad de fundador y gran oficial, no son símbolos de poder supremo". En ese sentido, la banda de O'Higgins no llevó la piocha prendida en un extremo.

 

Sin embargo, esta medalla de origen militar, habría sido un obsequio del propio O’Higgins al miembro de la Primera Junta de Gobierno, don José Gregorio de Argomedo.

 

Imagen foto_00000026Según algunos testimonios, los descendientes de Argomedo se la obsequiaron al forjador de la Alianza Liberal, el Presidente Federico Errázuriz Zañartu, en 1872, con motivo de la inauguración de una escultura de Bernardo O’Higgins.

 

Su significado místico cobró fuerza cuando el malogrado Presidente José Manuel Balmaceda al ser investido sufrió un inconveniente y la piocha fue a dar al suelo. Esa situación se vinculó con su difícil gobierno y la cruenta Guerra Civil de 1891 que provocó miles de muertos.

 

Algo similar le ocurrió al Presidente Arturo Alessandri, al asumir su cargo en 1920, por lo que el titular del Senado, Luis Claro Solar, la recogió y se la ciñió de nuevo. "Mal agüero me acompaña, don Luis, la insignia de mando se me quiere escapar", le dijo Alessandri. Sea coincidencia o no, el Jefe de Estado enfrentó el pronunciamiento militar en 1924 y debió dejar el poder.

 

Pero, aparentemente el sortilegio de la insignia también se podría revertir puesto que el mismo Alessandri al terminar su accidentado primer mandato en 1925 tomó un pequeño trozo papel, escribió sobre él, lo fechó y lo guardó dentro de una de las cavidades de la piocha.

 

Cuando salió electo Presidente de la República, por un segundo período en 1932, al recibir la banda presidencial, y luego que se le hiciera entrega de la piocha, procedió a sacar el papel que había escondico en su interior, y la exhibió al Congreso Pleno y decía: "Volveré". 

 

Otros historiadores, como Felipe Vicencio, sostienen que el origen de la piocha sería otro y se remonta al retrato de don Manuel Bulnes del pintor Raymond Monvoisin (que estuvo en Chile entre 1843 y 1845 y entre 1848 y 1857). Allí aparece retratado con una medalla muy similar. Esto lleva a la posibilidad que: "en el marco de la Guerra contra la Confederación Perú Boliviana, el general Bulnes, héroe de Yungay se habría entrevistado con O'Higgins en Perú y éste le habría obsequiado la medalla de la Legión al Mérito".

 

Sea como sea, la actual piocha de O'Higgins, una estrella de cinco puntas, es una réplica, pues la anterior que se usó en ceremonias de cambio de mando durante gran parte del siglo XIX y XX se habría perdido durante el bombardeo a La Moneda de 1973 y su misterio continúa....

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