Llaman al Gobierno y a la Confech a trabajar lo antes posible en un acuerdo en materia de educación

Trabajar en los temas de fondo de la educación, sin prestar atención a los factores secundarios, fue la petición que realizaron el Vicepresidente del Senado, Juan Pablo Letelier y el senador Hernán Larraín tanto al Gobierno como a la Confech.

El senador Letelier explicó que el llamado es a que "nos quedemos con lo principal: tener mesas de trabajo con agenda abierta. Se han superado los obstáculos que habían para que se aceptara esta mesa, pero es evidente que el estar preguntándose qué va a pasar el segundo semestre o respecto de las acciones del alcalde Labbé son cosas que no dicen relación con lo central".

Manifestó que el punto de fondo es que "el movimiento estudiantil puso temas muy relevantes, han propuesto opciones de cambios estructurales donde hay consenso mayoritario de muchos actores de avanzar y lo que queremos es que los ruidos y cosas secundarias no ocupen un lugar que lleve a que no se desarrollen las mesas".

En tanto, el senador Larraín dijo que "los estudiantes pusieron el tema de la calidad y el acceso de la educación chilena en la mesa, el Gobierno recogió el guante y estamos, por lo tanto, en condiciones de ponernos a trabajar en una mesa que permita el diálogo y el acercamiento de posiciones", por lo que "queremos que el Gobierno y los dirigentes estudiantiles acuerden el camino metodológico para funcionar y, sobre esa base, que puedan instalar lo antes posible estas mesas".

En ese sentido, expresó que "ofrecemos el apoyo del Congreso, para que los proyectos que aquí se han presentado, para que los parlamentarios que puedan cooperar para el trabajo de la mesa, estén disponibles para que ella pueda funcionar con todos los elementos y antecedentes de juicio y como se ha dicho antes no están forzados, en la mesa, a llegar a un 100% de acuerdo y en aquellas materias donde no se alcance consenso, el Congreso es la instancia democrática llamada a cooperar para que se resuelvan esos disensos".

Los legisladores coincidieron en la necesidad de resolver directamente cualquier inquietud y "no prestar oídos a quiénes por uno u otro camino van a querer obstaculizar algo que es irreversible para abrir una nueva etapa en la historia educacional de Chile".